Grises por celestes, naranjas o verdes, y sillas por sillones. Hace tiempo ya que las compañías vienen haciendo esfuerzos para que sus oficinas tengan una ambientación que transmita energía en vez de seriedad. Sin embargo, las tendencias en diseño y arquitectura ahora quieren asimilar los espacios de trabajo a un lugar en el que los empleados se sienten totalmente cómodos: el de sus casas.
“Uno de los grandes problemas que tienen las empresas hoy en día es la retención de talento; ya no es cuestión de ver quién le paga más a alguien, el reto es ver quien logra convencer al empleado de que se quede”, dice la Ingeniera María Cristobal, Directora de Buenos Aires Planning y Presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Facility Management. Según la especialista, agotada la tendencia de áreas de juego y entretenimiento, la fuerza laboral millenial ahora reclama que si el home office no es una opción, entonces que la oficina se parezca a sus propias casas.
Cristobal dice que hoy las oficinas son “escenográficas”. “Ahora no sólo los colores importan, sino también el equipamiento y la decoración; que haya sillones y cuadros y que puedas apoyar tu laptop en distintas superficies que hagan las veces de escritorio” pasa a ser vital, según afirma la ingeniera. El auge del home office, asegura, hizo que empresas que no pueden brindar ese beneficio, ya sea por cuestiones de seguridad informática o acceso a los sistemas corporativos, tengan que llevar a cabo la reingeniería de sus instalaciones.
En Buenos Aires, Cristobal se ocupó de rediseñar las oficinas de Accenture, Discovery Channel, Navent y BNP Paribas, entre otras. “En el caso de Navent armamos un comedor que no es el típico de oficina, sino que parece más bien un bar”, ejemplifica. Sobre el perfil de las organizaciones que se unen a esta moda que recién se inicia, la experta precisa: “Las más innovadoras son las de tecnología, que a la vez son las que tienen a los planteles más jóvenes; ellas son las que hoy están marcando tendencia”.