Desde el sector de la construcción, adhierieren absolutamente al concepto vertido por Carlos Achetoni, Presidente de Federación Agraria Argentina, en otra de las áreas afectadas por la economía de nuestro país, en la que se sostenía que se quieren aportar soluciones pero si no se tiene acceso a los combustibles, a los insumos, a las maquinarias, a los repuestos o a las cubiertas, difícilmente se pueda salir adelante en la Argentina, o también la dificultad que atraviesa la salud o por caso del comercio exterior; revisando distintos sectores, prácticamente todos tienen dificultades para fluir en el comercio, en los servicios o industrias.
La semana pasada se suspendían las licitaciones porque era imposible poder cerrar un presupuesto. Haciendo un pequeño estado de situación de las Pymes constructoras, Gerardo Fernández, Presidente de la Confederación de Pymes constructoras de la República Argentina (CPC), propusó en diálogo con CNN Radio Rosario, dar una vuelta de tuerca más, e incluso más detalles para clarificar la agobiante situación. “El tema de faltante de materiales, es agónico”. Y agregó, “lo que en algún momento fue mes a mes, luego semana a semana, ahora ya es día a día; lo que hacemos al llegar a la oficina es llamar a los proveedores para saber siquiera que hay, que se encuentra y de alguna manera palear el momento”.
El presidente de la CPC, destacó que fuera de esto lo importante es saber como repercute en el mediano plazo. Cuando se hace una operación comercial, por ejemplo la compra de un bien o un alimento, se paga, entregas el dinero o tarjeta y te llevas el producto y la operación quedó terminada. En la industria de la construcción, los períodos son de largo plazo, donde una obra tarda en finalizarse entre año y año y medio. En virtud de lo cual, se han generado leyes de re determinación de precios; a nivel nacional el UVI (Se trata un sistema de ahorro en “ladrillos”. Es una unidad que se ajusta en pesos indexada por el índice de costos la Construcción), y a niveles provinciales muchas veces se usan sistemas de fórmulas polinómicas que están atados con valores de relevamiento de precios de los, llamémosle, INDEC nacional o locales, del sistema de control de precios provinciales.
Hoy tanto la UVI / Banco Central de la República Argentina, como los sistemas de relevamientos de precios no están reflejando los valores de mercado probablemente esté pasando que tienen sistemas de pedidos sistemáticos de precios en donde los comercios pasan el precio de lista pero no el precio verdadero de venta y quizás lo que se nota es una distorsión, entonces cuando se quiere el producto, de lista vale un importe pero de venta es otro valor, entonces esa diferencia no se ve reflejada, explicaba Gerardo Fernández, es por eso que esto impacta en la re determinación de precios del contrato.
Un dato fehaciente y contrastable por cualquier ciudadano; la UVI / Banco Central, con fechas 1º de enero – 31 de mayo subió el 14,93%, el IPC Nación medido por el INDEC para tener un parámetro aumentó el 26,20% con lo cual habría una diferencia de más de 10%.
El INDEC también mide a la construcción; a nivel nacional 20,60% y ni hablar de los registros que se llevan en las Cámaras Locales que se tienen registros por encima del 25% en promedio, lo cual indicaría una brecha muy grande. Resultado, quebranto en las empresas.
Algo más grave aún; generalmente la ley de Obra Pública Nacional y las leyes de Obras Públicas Provinciales tienen pagos a 60 días, que en algunos casos se terminan pagando a 90 y 120 días. ¿Qué significa?, que esa empresa ya está destinada a la quiebra.
La construcción teme un freno en la Obra Pública y el sector teme que el rigor presupuestario que anunció la ministra de Economía, Silvina Batakis, que gastará para obra pública solo lo que tenga en caja, impactará en pagos y nuevos proyectos.
Gerardo Fernández, lamentó que se vuelvan a cometer los mismos errores: “Quienes llevamos muchos años en la industria lo hemos padecido y no sería de extrañar que vuelva a ocurrir. En general cuando hay retracciones en la macro economía o en las economías regionales o provinciales, lo primero que se corta es la obra pública”. En principio la lectura generalizada del sector es que hay empresas que están intentando cobrar todavía trabajos del año pasado, y podría profundizarse.
FIDEICOMISOS
Cuando la ministra de economía habla del control de todas las áreas, también incluye en esas áreas, a los fideicomisos.
Los fideicomisos, por concepto, no deberían poder ser “tocados”. Lo que siempre se pidió desde las distintas industrias fue hacer justamente fideicomisos para que no pudieran estar “a la mano” de la situación política puntual de un evento y garantizar el pago de los fondos. Si esto se va a tocar sería de una “trascendencia novedosa”, por llamarlo de alguna manera.
PROXIMOS MESES EN LO PUBLICO Y LO PRIVADO
Gerardo Fernández, señaló que la palabra que resume todo es “incertidumbre”. Siempre se intenta poner en valor las cosas que son buenas. Luego de casi 4 años con valores muy bajos de mano de obra registrada por distintas políticas acertadas, de entender que la obra pública es muy contenedora desde lo social, haciendo inversiones, que se venían retomando, también con mucha inversión y crecimiento en el sector privado. Pero los acontecimientos de los últimos días han generado un estado de “alerta”, de impacto directo en la baja de las curvas de inversión en todos los sectores tanto públicos como privados, porque el hecho de que no haya mercaderías implica que no se puede trabajar y esperando el futuro inmediato con mucha angustia, desorientación porque hay situaciones tan sorprendentes como que la cotización de un material en un período de 30 días haya subido 70%, sin saber si es por especulación, desconocimiento, pero son insólitas.
Hoy es difícil hacer un presupuesto y difícil también saber con que materiales se van a contar, de hecho un profesional responsable no estaría cotizando. Por dar un ejemplo, en la provincia de Mendoza, las cámaras locales han solicitado por escrito al ministerio y al IPV (Instituto Provincial de Vivienda) y demás reparticiones que suspendan momentáneamente las licitaciones porque no hay forma de cotizar. Y aunque esto es muy dinámico y hay que seguir trabajando la realidad es que hoy no hay precios.
Hoy día no hay materiales comunes y básicos en la construcción, hierro, alambres, clavos, vidrios, ni pensar en productos más específicos como azulejos o alguna terminación.
Los proveedores dicen, “yo no doy estos productos a mostrador, lo manejo yo de manera personal con mis clientes históricos”, o sea, que el ciudadano de a pie está sufriendo mucho peores consecuencias que la empresa que viene trabajando. La Pyme local que tiene el contacto con el comercio local de muchos años tiene de alguna manera una especie de privilegio comparado con el ciudadano “común” que no tiene acceso a esos bienes.
Esto está impactando transversalmente en la industria Pyme privada, pública y en el ciudadano común.
Por último el Presidente de la Confederación sostuvo que las Pymes de la construcción tienen una característica y es que siempre ponen en valor, tomadoras compulsivas de mano de obra no calificada, lo que se transforma en contenedoras sociales, de ahí su importancia. Los obreros no tienen que tener secundario o terciario para poder trabajar; gente que se toma con voluntad y actitud de trabajo. “Hay que ver a la construcción no solo por los rubros que mueve, sino como contenedor social”.