Franquicia de panaderías no se guardó nada y llegó con dos comercios a Rosario

En 40 días Dulce Hora abrió dos puntos de ventas y atención al público en la ciudad: uno en el centro y otro en el corredor Mendoza

La franquicia de panaderías Dulce Hora no vaciló a la hora de llegar a Rosario y en poco más de 45 días estrenó dos sucursales en la ciudad. A mediados de agosto plantó bandera en Tucumán 1330 y en la última semana de septiembre abrió en Mendoza y Pueyrredon. Así, la ciudad se suma a los casi 40 locales, entre propios y franquicias, que tiene la marca, principalmente en el AMBA. 

En primera instancia, Dulce Hora cortó cintas en Tucumán al 1300, en un local lindero a La Gourmetería en el que funcionó por más de una década una marca de ropa para niños y adolescentes. 

No conforme con esta novedad, la firma fue por más y se instaló en el comercio de la esquina noroeste de Pueyrredon y Mendoza, con un imponente frente vidriado donde se ubicaba la ferretería Innova. Cinco meses atrás, esta última se había mudado al inmueble que dejó vacante el bar Pimiento, en la ochava suroeste de la misma intersección. 

Además de panificados y productos de confitería, el comercio ofrece cafetería, bebidas frescas y opciones salada como tartas, ensaladas o tostados. 

Dulce Hora nació como un emprendimiento familiar y la aceptación fue tal que el crecimiento no tardó en plasmarse hasta lanzar el formato de franquicias. 

Según el sitio Guía Argentina de Franquicias, la inversión total para adquirir una franquicia de Dulce Hora ronda los 25 mil dólares. La marca prevé una facturación anual de 60 mil dólares, con un recupero de la inversión en 18 meses. 

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