El índice Merval sufrió ayer un miércoles negro al desplomarse 8,96% y quedar en 25.921 puntos, luego de que prevaleciera un mercado con fuerte aversión al riesgo, netamente vendedor y sin respuestas del otro lado del mostrador. “Fue una caída importante, pero exagerada”, dijo a ON24 el analista de mercados de TSA Bursátil Maximilano Bagilet, por lo que estimó un rebote en el corto plazo.
No obstante, subrayó que esta estrepitosa caída de ayer tuvo lugar después de conocerse la primera caída de la actividad, de 0,9% en abril, tras 13 meses consecutivos de suba, lo cual “es importante”, señaló el analista, porque todavía no están cuantificadas las turbulencias financieras y la corrida cambiaria de mayo. “Esto nos anticipa que el próximo dato va a ser peor aún”, indicó. Además, también se conoció el déficit de cuenta corriente de más de US$ 9.600 millones, impactado sobre todo por la sequía agropecuaria.
“El mercado interpreta que por los próximos meses vamos a tener un escenario recesivo, y por ende menos actividad de las empresas, por lo que prevalece la opción vendedora principalmente de bancos, que se están desplomando porque no hay compradores”, apuntó el especialista.
En tanto, opinó que la recategorización de Argentina como mercado emergente amortiguó la caída del Merval, al tiempo que consideró que el nuevo presidente del Banco Central, Luis Caputo, fue bien recibido por el mercado y hoy “ya no incide en la jugada”. “El escenario no va a cambiar por Caputo, la recesión la vamos a tener sí o sí”, sostuvo.
El volumen operado totalizó ayer unos $ 1.400 millones, cuando en la jornada del jueves pasado, post declaración de mercado emergente, había alcanzado casi los $ 3.000 millones. Según Bagilet, dólares y activos de renta fija a corto plazo fueron los instrumentos más demandados, aunque aclaró que se visualiza un tipo de cambio estable de entre $ 27,50 y $28 para el corto plazo. “La demanda de dólares se tranquilizó bastante. Lo que pasó en mayo con el dólar no lo vamos a volver a ver en el corto plazo porque ahora hay oferta”, consideró.
Teniendo este panorama en cuenta, el analista de TSA Bursátil aseveró que si bien no amerita un cambio de estrategia en la cartera de inversión, sí sugirió una modificación respecto a la recomendad la semana pasada: “Bajaría la posición en renta variable de 20% a 15% y compraría un poco más de renta fija en pesos para el corto plazo. El escenario hoy está muy volátil en acciones como para tener una cartera tan expuesta”.
De esa manera, el portfolio recomendado por la firma especializada se compone de un 40% de instrumentos de renta fija dolarizada; un 45% de activos de renta fija en pesos y un restante 15% en renta variable.
“Mantendría renta variable porque la declaración de emergente es positiva al final del túnel, no hay que dejarla de lado, porque a largo plazo es un ahorro”, explicó y ponderó acciones atadas a la exportación, petróleo e incluso del sector financiero, “donde los papeles son atractivos hoy a la compra, porque están a los mismos niveles en dólares que cuando Macri asumió”.
REDACCIÓN ON24