¿Por qué los inversores prefieren un esquema mixto de tasas?

Por Carolina Ramacciotti
Ventas Institucionales Rosental Inversiones
carolina.ramacciotti@rosental.com

Desde fines de enero de 2015, comenzaron a aparecer en el Mercado de Capitales productos con un esquema mixto en la composición del cupón de interés. Esto es, un primer tramo fijo y un segundo tramo a tasa variable. Esta nueva alternativa en la forma de pago de los flujos de fondos se debe a una adecuación a la situación macro del país y una respuesta a los inversores, quienes demandan instrumentos financieros que les resulten atractivos en términos de rendimiento.

Es comprensible que las empresas busquen atraer a los inversores readecuando las condiciones de emisión, en un contexto bajo el cual la Tasa Badlar se mantiene estable, en niveles cercanos a 20,50% desde mediados de septiembre del año pasado, y las LEBAC tienen rendimientos atractivos en todos los tramos de la curva.

¿Por qué optar por un esquema mixto de tasas? Pues bien, si el mercado lee que hay una tendencia a la suba de la Tasa Badlar, preferirá claramente un esquema variable. Caso contrario, si lo que prevé es un escenario de baja de tasa de interés, se inclinará por productos con tasa fija en el corto plazo, y variable en el tramo más largo; apostando a beneficiarse de la volatilidad que pueda presentar la Tasa Badlar en el futuro. Requiriendo una tasa fija en el corto plazo, hoy el inversor intenta alcanzar un rendimiento competitivo en relación a los que ofrecen las LEBAC, que se han convertido en el producto más apetecible del mercado.

En la última licitación de Letras del Banco Central, se pudo observar un cambio en su estrategia, ya que elevó el rendimiento para los plazos más largos y bajó el de los más cortos, revelando, de esta manera, la intención de extender el vencimiento de su stock de Letras. Expresándolo en números, las tasas predeterminadas de los plazos más cortos, 98 y 119 días, bajaron 0,12% y 0,14% respectivamente; contrariamente, subieron 0,26% para el plazo de 294 días y 0,52% para el tramo más largo de 357.

En este marco, el cupón de interés de los instrumentos financieros se ha comenzado a armar de la siguiente manera: en los primeros meses de vida del producto, se utiliza una tasa fija y en el último tramo una tasa variable en función del comportamiento de la Tasa Badlar, a la cual se le adiciona un margen ya predeterminado. De la combinación de ambos tipos de tasas, el rendimiento final se ajusta a las expectativas del inversor.

En lo que va del año, empresas tales como YPF, Petrolera Pampa, Medanito, Central Térmica Güemes y Cresud salieron al Mercado de Capitales con obligaciones negociables que contemplan un esquema mixto de tasas.

Para citar una de las últimas emisiones, la Clase 19 de la ON de CRESUD fue emitida en pesos, con vencimiento a los 18 meses y con un cupón fijo a licitar por los primeros 12 meses y uno variable para los últimos 6, equivalente a la Tasa Badlar + 3,50%. La tasa fija solicitada por los inversores fue del 27,50%, asegurando el rendimiento del primer año, quedando sujeto durante los últimos seis meses a una tasa variable.

Entendemos que, en tanto se mantengan las mismas condiciones o bien se profundicen, los inversores requerirán cada vez más de estructuras que se adapten a la coyuntura y les permitan mantener el rendimiento de sus inversiones.

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