A través de los años se puede ver con mayor claridad cómo la Generación Y, o de los “millennials”, ha revolucionado el mercado laboral. Mientras que la generación anterior, la Generación X, toleraba más la insatisfacción y podía permanecer en un empleo aún si no le gustaba, la Generación Y fue sometida a estudio por gran cantidad de expertos para poder entender por qué ya no sienten ninguna lealtad por la empresa en la que trabajan.
Hay diferentes razones por las que esta generación decide dejar su lugar de trabajo: porque no le convence el dinero que gana, por no poder crecer en la empresa, por no estar conforme con el clima de trabajo o, entre otras, por haber alcanzado la experiencia para saltar a otro empleo mejor.
Según Adecco Argentina los empleos estacionales es otro de los factores que impulsa la rotación de este segmento etario. Rubros como la Gastronomía, la Hotelería y los servicios asociados a la actividad turística tienen alta influencia en la movilidad laboral de los jóvenes, al ser empleos temporales y por épocas del año. Otros rubros son la Publicidad, el Marketing, y los servicios de internet, por motivos diferentes: muchos estudiantes avanzados en esas carreras suelen tener como exigencia haber realizado pasantías o participado en proyectos de corto plazo para lograr el título de graduado.
“La Generación Y o de los “millennials” presenta desafíos para el mercado laboral y desde las empresas es importante darle valor y ofrecer los beneficios necesarios para poder retener a los jóvenes. Existen beneficios específicos que buscan en cada lugar donde se desempeñan: ingresos acorde a sus tareas y responsabilidades, un buen clima y calidad de vida laboral, poder lograr un balance entre el trabajo y los asuntos personales, y beneficios no salariales como la cobertura médica y las capacitaciones. Implementar estas constantes son una buena estrategia para motivar a los jóvenes a tener lealtad por la empresa en la que trabajan”, aconseja Alexandra Manera, Directora de Recursos Humanos de Adecco Argentina.
Las estadísticas muestran que un joven cambia de trabajo cada 2,1 años y una chica cada 2,9. Sin embargo, las empresas, sobre todo las más grandes, le dan importancia a este tema y brindan diferentes beneficios para que sus empleados no se vayan a otra compañía. Esto es una tendencia que está creciendo en toda Latinoamérica.
Es notable cómo las expectativas sobre el empleo y el índice de movilidad cambian a medida que sube la franja de edad de los empleados, es decir, cuanto más adultos son los empleados aumenta la estabilidad salarial y suelen buscar más permanencia y crecimiento dentro de una misma empresa. Mientras que las anteriores generaciones valoraban pasar toda su vida laboral en la misma compañía u organismo público, los jóvenes entre 18 y 32 años creen que es un disvalor.