“Este año va a ser bisagra”, opinaron Adriano Mandolesi y Leandro Fisanotti, investigadores del Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (CISE) de Fundación Libertad. Ambos ofrecieron el pasado viernes un desayuno para empresarios para analizar la coyuntura al borde del arranque del segundo trimestre del año, donde se espera comiencen a rebotar algunas variables en materia de actividad y consumo de cara a las elecciones que tendrán la primera cita en agosto.
“A partir de que se vayan conociendo los datos de marzo y abril se podrán ir observando algunos brotes verdes”, sostuvo Mandolesi. Basado en las perspectivas de confirmación de una inflación a la baja, paritarias que se vayan cerrando por encima de la pauta inflacionaria, un mayor empuje fiscal apuntalado por el blanqueo, reactivación de la obra pública y una estabilización del mercado brasilero. En este contexto, “la producción agrícola será otro gran impulso”, apuntó.
No obstante el panorama más optimista que el observado en 2016, Argentina tiene mucho por hacer en cuanto a reformas estructurales, las cuales, representan señales esperadas por el empresariado nacional e internacional para terminar de dar luz verde a las inversiones anunciadas. “Necesitamos una inversión cercana al 30% del PIB para que se empiece a sentir el cambio”, sostuvo Fisanotti, apuntando a la necesidad de vigorizar un deprimido mercado de capitales que permita ensanchar el acceso al financiamiento por parte de las empresas.
El futuro cercano
Más allá de la relevancia de las cuestiones de fondo, ambos especialistas pusieron el acento en el condicionamiento que supone un nuevo proceso eleccionario sobre la economía y, por derivación, en las carteras de inversión.
“Estar en Lebacs es lo más razonable en la coyuntura actual, pero el problema que se avizora es que en algún momento el mercado puede dejar de creer en la política monetaria contractiva del Banco Central y haya un corrimiento importante hacia el dólar”, aseveró Fisanotti. Lo cual, empujaría sensiblemente su precio.
“Durante 2016 Argentina fue Disney para los inversores”, donde las inversiones en pesos le ganaron al dólar. “Pero vemos que esto no va a ser eterno y se irá agotando en tanto se acerquen las elecciones”. De esta forma, según Fisanotti, de cara al tercer trimestre comenzará a observarse un corrimiento de las carteras de inversión hacia el plazo largo de la curva (que hoy están firmes en el corto y mediano), cuyo efecto más notorio será la salida de las Lebcs.
Para un perfil de inversor conservador, las estrategias pasan por cuatro puntos: bonos en dólares, Letes, bonos en dólares linked y Lebcs. Mientras que las carteras moderadas de renta fija suman bonos provinciales en dólares.
Entre los sectores más dinámicos a tener en cuenta para estrategias de renta variable figuran el sector energético (gas), agro, infraestructura y sector financiero.
REDACCIÓN ON24
Por Mariano Fortuna