Los fabricantes de maquinaria agrícola tienen complicaciones. Con la falta de financiamiento como una de las principales, los industriales plantean la necesidad de avanzar en soluciones de cuestiones más relacionadas con lo burocrático que con lo fiscal, que se acumulan desde hace varias gestiones.
Al día de hoy, el panorama de los rubros ligados al campo tiene sus matices. Si bien la buena cosecha del 2019 ayudó a una recuperación luego de un ciclo marcado por la sequía; la crisis económica y la restricción financiera obstaculizaron una mejora en ventas. El último hito de este periplo de problemas son los defaults de grandes jugadores del sector, que pusieron a temblar al mercado.
“Hubo una recuperación, pero en general, la capacidad instalada se mantiene en torno al 50%”, apuntó a ON24 el presidente la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), Orlando Castellani.
El dirigente se hizo eco del último relevamiento difundido por la entidad, donde se observa que en el segundo semestre de 2019 la metalurgia nacional tuvo una disminución del 7,6% interanual y cerró el año con una caída de 7,5% en relación a 2018. La excepción hay que buscarla en Santa Fe, que gracias a la tracción de la maquinaria agrícola registró una suba del 1,9% en la actividad.
No obstante, el brote verde santafesino no alcanza para describir el panorama completo, que debe incluir la estrepitosa caída del 30% en la venta de unidades en 2019 respecto a 2018, y una mala perspectiva en el comienzo de 2020, donde las condiciones de fondo no han cambiado.
En este marco, los dirigentes se reunieron días atrás con funcionarios del Ministerio de Producción, a quienes le plantearon varios puntos, entre ellos, la necesidad de definir el producto y componente nacional, reposición de las líneas de financiamiento de inversión productiva, préstamos para capital de trabajo a bajas tasas, saldo técnico de IVA y plazo de liquidación de divisas.
“Nos falta un ataque de caspa”
“La mayoría de los temas los venimos arrastrando de gobierno anteriores y ya se han vuelto callo. No tenemos créditos, no podemos descontar valores porque cuando lo hacemos nos cobran una barbaridad y encima nos deben el saldo técnico del IVA. Nos falta un ataque de caspa y estamos completos”, dijo a ON24, el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), Néstor Cestari.
De acuerdo con el ejecutivo, la industria hace dos años que no consigue líneas de financiamiento. “No podemos financiar a nuestros clientes, comprar insumos e invertir en capital de trabajo sin crédito, es imposible”, aseveró. Hoy, según la cámara, el fabricante subsidia la tasa de los créditos, mientras que un banco de primera línea cobra una tasa del 25%, el fabricante cubre el 15% restante.
Con este reclamo en carpeta, los empresarios conversaron con los funcionarios nacionales sobre la implementación de un bono bursátil para que el cliente pueda pagar con granos. “Los créditos tienen que ser para el cliente, para achicar riesgos. Estamos recurriendo a cualquier cosa para vender y corremos riesgos innecesarios”, apuntó el dirigente, que sabe del tembladeral que provocó en la cadena agrícola los defaults cerealeros recientes.
Otro de los temas de larga data es el reclamo por la devolución del IVA técnico, dado que las fábricas compran con el 21% y venden 10,5%. A lo que se suma el plazo que obliga a los exportadores a ingresar divisas en un plazo máximo de 180 días, “si un cliente precisa mayor plazo, no podemos hacerlo y se caen las ventas”, dijo Cestari.
Una buena
El Gobierno Nacional extendió hasta el próximo 31 de diciembre el régimen de incentivo para la producción nacional de bienes de capital. Está dirigido a fabricantes de maquinaria general y agrícola, herramientas, equipos hospitalarios, carroceros o buses para uso urbano y también alcanza a la industria naval y a proveedores destinados a la producción de hidrocarburos y energía eléctrica.
Con el objetivo de fomentar la investigación y la innovación de los fabricantes locales, el régimen permite computar hasta un equivalente al setenta por ciento (70%) del valor de las inversiones realizadas en innovación, investigación y desarrollo tecnológico, facturadas y efectuadas a partir del día 1° de enero de 2019 y debidamente acreditadas.
Y estipula que en todos los casos, el bien de capital objeto de la transacción, debe haber sido entregado al adquirente con una antelación no mayor a un año respecto de la solicitud.
REDACCIÓN ON24
Por Mariano Fortuna – m.fortuna@on24.com.ar
