La compañía química alemana Evonik inauguró ayer su planta de producción de catalizadores para la producción de biodiesel en Puerto General San Martín, que demandó al grupo una inversión de más de 30 millones de dólares. Esto le permitirá sustituir la totalidad de las importaciones que actualmente realiza la Argentina de este insumo básico para la industria de biocombustibles y al mismo tiempo, exportar a toda Sudamérica.
La planta ubicada en una zona estratégica del Gran Rosario es la tercera en su tipo en el mundo que tiene el grupo—las otras dos se encuentran en Alemania y Estados Unidos— y comenzará a operar en noviembre con una capacidad de producción de 60 mil toneladas anuales de metilato de sodio, un catalizador que se obtiene en una reacción directa de alcohol y soda cáustica. Ocupará en forma directa 35 operarios y más de 140 si se toman en cuenta los empleos indirectos.
Las instalaciones están montadas en terrenos pertenecientes a Terminal 6 (T6) una empresa con la cual Evonik selló un contrato de alquiler con opción a compra por diez años.
Aunque la planta arrancará con la producción a pleno, los directivos no descartan que se duplique en los próximos años, teniendo en cuenta el crecimiento del mercado argentino de biodiesel. “El gobierno argentino decidió subir el uso local a B10 (fórmula que expresa un corte de 10 por ciento del combustible con biodiesel), en Brasil está en B5 y es posible que suba a B7 . De modo que si la región sigue creciendo seguramente esta planta podría duplicarse en varios años”, aseveró el presidente de Evonik Argentina, Rolando Straffe.
Un contexto complejo. La decisión del grupo alemán de invertir en una planta propia en la Argentina —un anuncio que habían realizado en marzo de 2011 —se concreta en un momento conflictivo para la industria del biodiesel en el país, ya que el sector comenzó a perder competitividad por dos razones: el incremento de las retenciones a las exportaciones dispuesto por el gobierno, puntualmente por decisión del Ministerio de Economía y la Secretaría de Comercio Interior; y por el cierre del mercado de la Unión Europea hacia la producción argentina a raíz de denuncias por presunto dumping.
“Esto no nos trajo buenas señales, hay problemas, no quiero negarlos, pero estamos peleando y luchando para que las exportaciones vuelvan”, puntualizó Straffe, quien precisó que seguirán “discutiendo entre la Argentina y Europa este tema para tratar de nos dejen ingresar el producto”, así como “discutiendo con el gobierno nacional la reducción de aranceles a las exportaciones”, agregó.
De todos modos “este es un proyecto de largo plazo, así lo concebimos y así lo hacemos”, sentenció el ejecutivo y ratificó lo que planteó durante el acto de inauguración Patrick Wohlhauser, integrante del comité ejecutivo de Evonik para la región de Sudamérica.
El directivo alemán señaló que la elección de la Argentina para radicar su planta sudamericana de metilato de sodio obedece a que el país “jugará un rol importante en la producción mundial vinculada a la agroindustria” ya que está posicionada como el tercer productor mundial de soja y el primero en biodiesel del mundo.
Esa es la misma razón que llevó a la compañía a ubicarse en Puerto General San Martín, en el núcleo del polo agroindustrial más importante de América latina. “Esta zona es el corazón de la soja y estamos cerca de nuestros clientes”, indicó Wohlhauser, quien resaltó el vínculo y la coordinación tanto con el gobierno local, que está a cargo de Carlos de Grandis, como con la Nación, puntualmente el Ministerio de Industria.
La compañía fue una de las que recibió un respaldo estatal a través de un financiamiento del Fondo del Bicentenario por 84 millones de pesos para encarar esta inversión.
La decisión de ubicarse en los terrenos de T6 tampoco es azarosa. “Terminal 6 nos ofreció muchas garantías y servicios que necesitábamos para la planta, de modo que hicimos un acuerdo y ellos nos proveen energía y facilidades como el uso de los tanques de almacenamiento y nosotros les ofrecemos el producto”, puntualizó Straffe.
Fuente: La Capital