Entre 2016 y 2021 cayó el empleo privado (-1,9%) y subió el empleo público (1,4%)

Según la Fundación del Banco Municipal aunque el nivel de empleo en 2021 es el más alto de los últimos años, este se resiente en términos de calidad.

En un contexto de estancamiento de la oferta laboral y del empleo en el último quinquenio, en 2021 el mercado laboral de Gran Rosario mostró no solo una recuperación de estos indicadores respecto de la caída en 2020, sino que se ubicó en niveles superiores a los registrados desde 2016 en adelante. El crecimiento de la población económicamente activa entre 2016 y 2021 se explicó mayoritariamente por hombres de entre 30 y 64 años, con un retroceso en la participación de los jóvenes en el mercado laboral. No obstante, los puestos de trabajo creados en 2021 evidenciaron signos de deterioro en su calidad respecto a los últimos años. Particularmente, se registró un avance de la subocupación horaria y de los cuentapropistas no profesionales sobre el total de ocupados. Incluso, se evidenció una baja participación del sector privado en la creación de estos nuevos empleos.

  • En el promedio 2021, la oferta laboral y la cantidad de ocupados se encuentran en los niveles más altos del periodo 2016-2021. La población económicamente activa se ubicó por encima de 660 mil individuos, mientras que alrededor de 599 mil personas estuvieron ocupadas.

La oferta laboral (población económicamente activa – PEA) y los ocupados registraron el año pasado los valoresmás altos en cantidad de personas -como en tasas- para el periodo 2016-2021 (Gráfico No 1). En la comparación punta a punta, se observa que la PEA registró un incremento de 6,7%, ubicándose en 660.464 individuos; mientras que la cantidad de ocupados creció 7,2%, registrándose un total de 598.570 personas, observándose una leve disminución del peso relativo de desocupados sobre la oferta laboral al pasar la tasa de desocupación de 9,9% en 2016 a 9,4% en 2021.

Más allá de que el crecimiento de la PEA fue absorbido mayoritariamente por la expansión de los ocupados y se logró mantener una tasa de desempleo estable, resulta de interés analizar qué personas se sumaron al mercado laboral y qué características tiene el empleo creado en el periodo 2016-2021.

  • Para el período 2016-2021, el crecimiento de la población económicamente activa fue superior a la expansión de la población en edad de trabajar. La incorporación de hombres de entre 30 y 64 años explicó en gran parte la expansión de la oferta laboral.

El crecimiento de la PEA en 2016-2021 supera al crecimiento vegetativo de la población de referencia2 con la incorporación de personas que antes voluntariamente no participaban del mercado laboral. Al desagregar esta variación de la PEA según sexo y edad de las personas, se observa que alrededor de 60% de las que se sumaron al mercado laboral son hombres de entre 30 a 64 años (Tabla No 1). Por otro lado, se destaca la salida de jóvenes de ambos sexos y de varones de 65 años o más de la población económicamente activa.

La inserción en el mercado laboral de hombres y mujeres presenta diferencias según el nivel de ingresos del hogar. Mientras que en los hogares de menores ingresos predomina la incorporación de mujeres, en los de mayor poder adquisitivo solo lo hacen los varones.

Como se observa en la Tabla No 2, en el periodo 2016-2021 el crecimiento de la oferta laboral local en el segmento de hogares con menores ingresos se explica principalmente por las mujeres (17,2 mil vs. 15,0 mil varones); mientras que en el grupo de mayores ingresos corresponde únicamente a los hombres (8,8 mil vs. – 2,3 mil mujeres). Asimismo, se registra que entre los jóvenes solo se suman al mercado laboral las mujeres
pertenecientes al grupo de menor poder adquisitivo. Por otro lado, dentro de los adultos mayores, son las mujeres pertenecientes al segmento de ingresos medios y altos las únicas que se suman a la PEA.

2 La población ocupada y desocupada de 14 años y más creció por encima de la población total de 14 años y más de la región (6,7% vs. 1,9%).

  • La creación de empleo entre 2016 y 2021 vino acompañada de cambios en términos de calidad al observarse una mayor participación de la subocupación horaria y del cuentapropismo no profesional, mientras se redujo el peso del empleo privado.

En la comparación entre los extremos del último quinquenio, se observan cambios en la composición de los ocupados según la intensidad del empleo medidas en horas trabajadas. Entre 2016 y 2021, se contrajo el peso de los ocupados plenos (-2,5 p.p.) y de los ocupados que trabajan por encima de las 45 horas semanales (-1,2 p.p.); mientras que aumentó la proporción de subocupados3 (1,6 p.p.). Por otro lado, en el mismo periodo, se contrajo el peso de los asalariados y se incrementó la proporción de los cuentapropistas (-2,1 p.p. vs. 1,9 p.p.), en especial, de los no profesionales (2,3 p.p.). Asimismo, disminuyó la proporción de ocupados bajo la órbita privada. En efecto, la pérdida de calidad estaría asociada a una disminución involuntaria en las horas trabajadas que, en un contexto de baja creación de puestos de trabajo asalariado privado, hizo que muchas personas tengan que recurrir al cuentapropismo.

3 Son los ocupados que, por motivos involuntarios, trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestos a trabajar más.

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