La marca Carrots&Apples fue creada en Rosario en 2015 con la intención de convertirse en un campo de aprendizaje de inglés, con una metodología basada en el ecosistema de tecnología Apple. Con sede en Rosario, comenzó a dar clases bajo este sistema en 2016 y cumplirá en noviembre cinco años de su presentación. En 2017, Gabriela Bonofiglio, su fundadora, fue la única representante hispanoparlante en la cumbre ED Tech Singapur. Recientemente nos abrieron las puertas de su espacio y mostraron de primera mano su trabajo.
Carrots&Apples-LF es un digilinguistic project en constante evolución que basa su metodología en que el lenguaje es innato en la persona y, además, incorpora el lenguaje digital como canal de comunicación. En el año 2015, Gabriela Bonofiglio comenzó a trabajar junto a su First Partner Emiliano Rodini. El programa, en su modalidad presencial, se desarrolla en un ecosistema Apple: iPads, Apple Pencils, Macs, Apple TVs y pantallas, con el objetivo de brindar una experiencia de aprendizaje motivadora e interactiva entre el lenguaje oral, visual, kinestésico y digital.
Según explicó Gabriela Bonofiglio, cada estudiante que asiste a una clase presencial tiene acceso a un iPad como principal herramienta de aprendizaje. A través de la integración entre dispositivos, docentes y estudiantes pueden transferir sus archivos entre sí, proyectar sus pantallas y llevar adelante versiones digitales de sus propios cuadernos de anotaciones.
“Carrots&Apples fue concebido en el uso de la tecnología. Obviamente que las conversaciones personales durante las clases no se pueden perder, pero sí que pueden utilizar el celular. No nos podemos negar a lo que ocurre en el presente. Un lugar de aprendizaje tiene que servirnos para mejorar”, sostuvo la fundadora.
En un año tan particular como 2020, la integración digital tomó una nueva dimensión en todo el sector educativo. Sin embargo, Gabriela Bonofiglio afirmó que lograron sortear las dificultades del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio: “Los chicos se fueron a sus casas y cambiaron de pantalla. Las pantallas no son para nosotros una división, por el contrario, son un acercamiento. Nos permiten vernos cuando no estamos juntos, mirar algo o tenerlo al alcance cuando no podemos hacerlo físicamente”.
La otra cara de esta metodología se basa en el trato personalizado y cierto alejamiento de la lógica estructural de los institutos tradicionales. Sofía Cao, Second Partner de Carrots&Apples, comentó que “se trata de un lugar fuera de lo convencional. Se hace mucho énfasis en el alumno, que es una persona que piensa y siente. Además, trabajar con todo este ecosistema hace que se esté mucho más relajado a la hora de aprender”. Los grupos de estudio no superan los cinco integrantes.
Sin embargo, en 2021 esperan poder retornar a la presencialidad. “Aprendimos de todo lo que hemos vivido. La presencialidad no será un problema para nosotros porque nuestros cursos no exceden las cinco personas y nuestros salones tienen distancia y protocolos supervisados por médicos como para poderse utilizar”, dijo Gabriela Bonofiglio. Por su parte, Carina Ríos, Third Partner, adelantó: “Ya tenemos armado cómo será el 2021 para cada curso, lo cual nos permite empezar con tranquilidad. Es un lugar que siempre se proyecta con vistas al futuro”.
El regreso a las instalaciones luego de un año de cursado online implica un desafío para alumnos y docentes, pero en Carrots&Apples hay confianza: “El lenguaje también es una regla, entonces, si podemos aprender un lenguaje, también podemos aprender a seguir las reglas”.