El apellido Paladini representa el espíritu emprendedor legado por Don Juan, que asienta en 1923 su familia en Villa Diego, desde donde se levanta el gigante alimenticio a través de generaciones. A pocos meses de su centenario, la empresa ya prepara eventos conmemorativos intramuros para sus empleados, y abiertos hacia toda la comunidad.
La cercanía del trascendental momento es propicia para un diálogo con Pablo Paladini, su Director desde hace casi dos décadas.
La agenda abierta abarcó los objetivos del Plan 2023 y su mirada sobre Argentina y Rosario, ejes de la jugosa charla que fue al hueso sobre temáticas tan sensibles como la inflación, la inseguridad y la escasez de recursos humanos mínimamente capacitados.
A casi 100 años de su existencia, la Paladini logra una fuerte reconversión, posicionándose como una empresa de alimentos, que involucra naturalmente entre sus fortalezas al frigorífico.
¿Cuál es el alcance de esta transformación?
La empresa hoy tiene un portfolio de alimentos que van desde los cárnicos, los quesos a las pastas. Pretendemos enfocarnos en nuestro principal expertise que son los refrigerados y los alimentos salados. Somos el mayor distribuidor de alimentos refrigerados a nivel nacional.
Esta reconversión es parte del Plan 2023, cómo ver a Paladini a sus 100 años, ese era nuestro enfoque al que llegamos en medio de los obstáculos del país, adaptándonos a los cambios de su política económica, cambios en las regulaciones, entre las que también hay nuevas normativas sobre los alimentos
¿Se refiere entre otras, a la Ley de Etiquetado? ¿Qué opinión le merece?
Es una ley con algunos beneficios pero con errores conceptuales propios de no consultar a las empresas del sector y a especialistas.
La ley aborda sobre los niveles de sodio, valores sobre los que nuestra empresa ya viene trabajando para reducirlos, pero la normativa puso una vara tan exigente que se torna inviable su cumplimiento. El sodio es el único conservante natural para los alimentos con los que trabajamos.
Insisto que la mayoría de las veces se legisla sin dar participación al sector privado y a especialistas .
Recién habló de un tránsito complicado para concretar el Plan 2023, producto de políticas erráticas. ¿Cómo ve la actual gestión?
En los últimos 15 a 20 años Argentina no tuvo plan económico, solo fueron medidas.
Un plan incluye a todos los sectores, las medidas favorecen a algún sector y perjudica a otros
Dentro de las medidas que se han tomado, justamente ¿con cuáles se vieron más afectados?
Estamos con un tipo de cambio pisado que afecta no solo nuestras exportaciones, afecta al país.
Los cambios permanentes de reglas, que llevan en muchos casos a no poder cumplir con un cliente, a bajar un contenedor de un barco sin poder despachar, no solo afecta a la marca Paladini, afecta además a la marca país, que es lo más grave.
¿Avizora alguna salida?
Me ilusioné en su momento cuando Mauricio Macri dijo: “Quiero que la Argentina sea el supermercado del mundo” pero no tuvo plan para implementarlo.
Volvemos a lo de antes, no hay un plan, no tenemos ese modelo de país como lo tienen Brasil, Uruguay, Chile, que según el gobierno de turno, se mueven un poco hacia la derecha o un poco hacia la izquierda pero con un rumbo sostenido.
¿Será la profunda grieta que no permite consensos?
Por un lado estamos siempre en un debate cortoplacista. Por el lado de la grieta, el mérito de los Kirchner fue haber involucrado a los jóvenes en la política, pero lamentablemente se generaron fanáticos y con el fanatismo nunca llegás a ningún lado.
Esa falta de norte, de encuentro, a la que refiere, tampoco se aproxima a una solución para bajar la inflación
Se plantea que “alguien” es responsable de la inflación, y si fuera así, el Estado tiene todo el poder para impedir que alguien lo haga. En el fondo saben que la inflación no es cuestión de precios, ni de paritarias
Otros de los problemas estructurales es la educación, un termómetro que una empresa con más de 2.000 empleados debe medir la complejidad en forma bastante precisa
Trabajan en Paladini en forma directa 2400 empleados y 4600 indirectamente.
Efectivamente la educación es un problema y la carencia de escuelas técnicas profundiza la falta de capacitación. Capacitación que va desde lo básico a conocimientos universitarios.
Cuesta conseguir personal para realizar tareas simples y también personal con buena formación universitaria, a niveles altos la enseñanza también es básica.
Todo forma parte del proceso de degradación social, que se da especialmente en las provincias que reciben más asistencialismo.
¿Cómo es ese fenómeno?
Tenemos 9 sucursales en todo el país, en las provincias donde hay menos asistencialismo, hay mejor calidad de recursos humanos. Hay una marcada diferencia, con mayor cultura del trabajo en las provincias menos “favorecidas” por “papá estado”. El conurbano bonaerense tiene grandes problemas de recursos humanos.
Lo llevo a un tema que está muy conectado a la degradación social a la que hizo referencia y que pega con especial crudeza en Rosario: la inseguridad y su impacto en los negocios
Rosario creció con la fuerza de las pymes, del crisol pujante que conforma esta población con un gran componente de gente del interior que vino a estudiar y se quedó a vivir.
También es la ciudad de grandes empresas de la construcción y de un imponente cordón industrial.
Por otro lado, la inseguridad. Creo que es muy grave, muy fuerte lo que está pasando.
En lo que respecta a los negocios, a las inversiones, es una imagen que nos perjudica como ciudad en Argentina y el mundo.
Recibimos gente de afuera que tiene que visitar nuestra empresa y pregunta preocupada sobre los niveles de inseguridad.
De lo que veníamos hablando de la cultura del trabajo, de la falta de recursos humanos capacitados para las tareas más básicas, el narcotráfico arruinó a mucha gente.
También veo que no se trata correctamente este tema en muchos medios. Leo, y me molesta mucho, cuando veo noticias vinculadas al narcotráfico donde hablan de “empresario narco”. Un narcotraficante no es empresario, es un delincuente.
¿La autonomía municipal podría ayudar a bajar los niveles de inseguridad?
No lo sé, creo que la autonomía puede llegar a aumentar el gasto público y no me gusta que sigan afectando al bolsillo del privado.
Rosario tiene mucho por hacer antes que hablar de autonomía.
¿Qué tareas tiene pendientes la ciudad?
Solo pensar lo que lleva habilitar un local, creo que es más fácil abrirlo online en otra parte del mundo. Hay mucho por trabajar para hacer más eficiente el Estado.
¿Cuál debería ser para usted el rol del estado?
El estado no debe molestar a las fuerzas productivas, debe generar condiciones de seguridad jurídica para que el privado se desarrolle. El privado es el único que genera riqueza
Por Fabiana Suárez