El “Tax Holiday” y la batería de estímulos uruguayos que tanto tienta a los argentinos

En el 2021 se tramitaron cerca de 12 mil residencias fiscales de argentinos en Uruguay, casi el doble que en 2020 y 5 veces más que en 2019

Como sabemos, Argentina está sufriendo una crisis que se intenta palear con un aumento de la carga fiscal sumado a un cepo cambiario que destruye la economía de las empresas y las familias.

Esto ha derivado en que los ciudadanos y las empresas deban buscar otros rumbos y Uruguay se ha convertido en un destino clave. La proximidad geográfica, la cultura similar, la libertad cambiaria y una política económica estable y que beneficia a los inversores lo vuelve un país muy atractivo para echar raíces. De hecho se estima que en el 2021 se tramitaron cerca de 12 mil residencias fiscales de argentinos en Uruguay, lo que implica casi el doble que en 2020 y 5 veces más que en 2019.

Uruguay cuenta con fuertes incentivos para radicarse allí tanto para personas físicas como para las empresas.

Para quienes obtengan la residencia fiscal uruguaya pueden optar por tributar IRNR (Impuesto a la Renta de los No Residentes), beneficiándose de un “Tax Holiday” por 10 ejercicios fiscales, durante el cual no pagarán renta por los rendimientos de capital mobiliario que tengan en el exterior (intereses, dividendos, colocaciones de capital). Tampoco pagarán rentas por los rendimientos de capital inmobiliario en el exterior, por incrementos patrimoniales en el exterior (enajenaciones) ni impuesto al Patrimonio, ya que Uruguay sigue el criterio de la fuente. Es decir, grava solamente las rentas generadas en territorio uruguayo, con excepción de los rendimientos de capital mobiliario en el exterior.

Sumado a esto Uruguay cuenta con regímenes fiscales simpáticos para las empresas, entre ellos se destaca:

1) Impuesto a la Renta Ficta: es un régimen ideal para emprendimientos que recién comienzan.

2) Proyectos de inversión: “Ley de Inversiones” y el Decreto 143/018 otorgan beneficios fiscales a aquellas empresas contribuyentes de Impuesto a la Renta (IRAE) que realicen inversiones con el compromiso de obtener metas externas de carácter positivas.

3) Exoneraciones para megaproyectos de construcción: entre los beneficios fiscales obtenibles se encuentran las exoneraciones de tributos en la importación, en créditos de IVA, en Impuesto al Patrimonio e Impuesto a la Renta.

4) Exoneración para vivienda social.

5) Exoneración de IRAE para software.

6) Trading off shore. Carga fiscal cercana a cero para empresas que compren y vendan sin que la mercadería ingrese al país.

7) Zona Franca. Exoneración total para empresas que venden exclusivamente al exterior del país.

8) Beneficios por contratar personal: Se otorgan descuentos interesantes en el pago de aportes laborales.

A nivel de comercio exterior su presidente Luis Lacalle Pou lidera las negociaciones para firmar un tratado de libre comercio (tlc) con China, lo cual revolucionaría la región. Un tlc podría beneficiar la economía interna del país por medio de las exportaciones (China representa el 30% del total de exportaciones del país) pero también potenciaría la captación de inversiones y posicionamiento como un país con ventajas comerciales frente a sus pares de la región. Si bien el proceso recién inicia la política de abrirse al mundo es clara y ya están surgiendo intereses desde otros países para generar acuerdos con Uruguay.

Uruguay no solo ha manejado de buena forma su economía y comercio también ha tenido excelentes resultados en la pandemia, contando actualmente aproximadamente con un 80% de la población vacunada (y quien no lo está es por voluntad propia). Su estabilidad y perspectiva a futuro lo seguirá convirtiendo en un país de destino para los ciudadanos argentinos.

Por: Fernando Javier Sanchez

Contador Público – Magíster en Finanzas

Socio de Forward Estudio

Comentarios