Rodrigo Sánchez Almeyra, vicepresidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, volvió a alertar este viernes sobre la situación crítica que atraviesan las empresas de salud. En agosto pasado habían lanzado un duro comunicado donde manifestaban la incertidumbre que reinaba en el sector. A tres meses, “desgraciadamente, seguimos en la senda descendente”, lamentó en diálogo con CNN Radio Rosario y remató: “El sistema de salud está en un cráter”.
El referente de la medicina afirmó que “todos los actores están disociados”: “Tenemos falta de insumos y de medicamentos, farmacias que no venden, sanatorios que no pueden comprar sus insumos porque no tienen precio, prepagas que no se pueden financiar, medicamentos de altísimo costo que son impagables”.
A partir de allí, se mostró desalentado por el futuro cercano ya que separó al “deterioro de la salud” y las próximas elecciones: “Que la población no espere que el día después (de los comicios) se solucionen todos los problemas que arrastran muchísimos años”.
Almeyra relató que el proceso de desgaste se inició a comienzos de siglo, pero que se agravó en 2012 con la Ley de Medicina de Prepagas: “Pasó a ser una ley de ‘demos todo’, los derechos son infinitos y los recursos son totalmente finitos. Por supuesto se fue deteriorando todo el sistema de salud y este año quedó evidenciado con los honorarios médicos, que pasaron a ser una burla”.
En este sentido, el directivo planteó diferentes escenarios para los profesionales y advirtió que muchos dejan la profesión a pocos meses de jubilarse o evitan especialidades “no rentables como la pediatría, la terapia intensiva o infantil, la neonatología” para pasarse a “la cirugía plástica y estética”.
El vicepresidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario celebró la unión de los médicos para revalorizar sus honorarios, pero “como esto no se va a poder llevar a cabo de inmediato, se genera un malestar entre los profesionales y ahí se involucra a la población con el cobro de copagos”.
Por otro lado, puso en evidencia el retraso de las operaciones de urgencias debido a que “carecen muchas veces de los elementos para realizarse, sobre todo en la parte de lo que es los procedimientos de hemodinamia cardiovascular y de cirugía cardiovascular. Ahí tenemos un agujero negro en el cual no logramos satisfacer la demanda que tenemos”.
“Para que la gente lo entienda bien. El colapso sería ser como Venezuela, donde no podamos salvar vidas por falta de insumos. Esperamos que eso no llegue, porque realmente a los que tenemos hecho el juramento hipocrático, eso nos afectaría en nuestra moral, en nuestra conciencia, y no queremos que eso llegue”, reflexionó el representante de los Sanatorios y las Clínicas de Rosario.
Para resolver la crisis del sector, Almeyra pidió “reconocer que los sistemas de salud públicos y privados no son antagónicos y tienen que funcionar en concordancia, sumar recursos humanos y físicos”. En esta misma línea reconoció como “un gran error” pensar el sistema de salud “integramente en posesión del Estado o privatizar absolutamente todo”.
En consecuencia, planteó: “Va a tener que haber gasto de bolsillo para las clases altas que quieran acceder a una medicina quizás con algunos mayores beneficios que los otros”.
Para finalizar, apuntó: “Tendrá que poner el Estado plata también en el sistema privado, no solamente en el público, y no gastar dinero en recursos ineficientes, comprando aparatología que no se va a usar y fundando hospitales que nunca se van a abrir”.
