Lisandro Martínez es un rosarino con una historia muy particular. Desde muy chico soñó con ser astronauta y esa ambición lo llevó por un camino repleto de experiencias, de las cuales se destaca el hecho de aprender a pilotar un avión antes de saber manejar un auto, estudiar ingeniería física en Estados Unidos y trabajar en experimentos junto a la Nasa, participar de expediciones al Polo Norte y Sur, y someterse al proceso de selección de la la Agencia Espacial Europea para conseguir ver la tierra desde el espacio.
Martínez contó su historia de vida invitado por Innovation Lab, el laboratorio de startups que recientemente inauguró la Bolsa de Comercio de Rosario, y aseguró que su sueño sigue vigente, pero por otros andariveles: es el CEO de Theia Technologies, una compañía de base tecnológica, al tiempo que asesora a empresas sobre la revolución de la inteligencia artificial y las oportunidades de la tecnología exponencial.
“Además de haber desarrollado un vehículo para reemplazar al transbordador espacial, por el que gané un premio en 2005, tuve la posibilidad de trabajar en un laboratorio de investigación que estaba en contacto con NASA Astrobiology, que me permitió participar de expediciones al Polo Sur y el Norte, como también a Groenlandia”, contó el empresario en un reportaje con BCR News.
Y siguió: “Luego de volver al país trabajé en Aerolíneas Argentinas, para luego volver a estudiar a Europa donde hice dos posgrados en ciencias y tecnología espacial y en astronáutica. En el año 2008, me presento a la selección de astronautas de la Agencia Espacial Europea, en la que pasé varias etapas”.
“Luego de ese proceso, traté de reinventarme. Hice un curso de negocios de desarrollo de empresas tecnológicas, en Stanford, en Silicon Valley, y la verdad que me cambio la cabeza terriblemente”.
Según Martínez, el desafío de las empresas como el de las personas, es mejorar su capacidad de adaptación y para “subirse a la ola del cambio que es imposible de frenar”. Y describió: “El avance de las tecnologías exponenciales va a provocar un crecimiento estimado de 22 trillones de dólares en los próximos 10 años, pero no será ni lineal ni parejo”.
Un nuevo giro
Si bien sigue soñando con viajar al espacio, según contó, una experiencia reciente le hiz cambiar de perspectiva: Pero hay una anécdota reciente que me hizo cambiar de perspectiva:
“Tuve la oportunidad de reunirme en New York con una parte de los astronautas de la era de la misión Apolo y con los de Virgin Galactic. Allí, uno de ellos me dijo que a futuro, viajar al espacio tendrá un costo cercano a los US$ 200 mil y me preguntó por qué en vez de buscar hacerlo a través de mi carrera científica, apostara a mi proyecto y me pagara ese viaje al espacio”.
“De esto se trata la reconstrucción de uno mismo. Adaptarse para lograr las cosas que se quieren”.
REDACCIÓN ON24
