Un millonario negocio arranca en el Paraná y termina en Vaca Muerta. Se trata de la venta de arena para perforación de pozos petroleros que parten desde Entre Ríos y finalizan en los campos de exploración de gas de Tecpetrol- del Grupo Techint- en Neuquén.
La empresa que provee de la arena de fractura es Jan de Nul, que posee un planta de procesamiento en Entre Ríos, llamada Arenas Argentinas del Paraná y que cuenta con una capacidad de procesamiento de 150 mil toneladas. La compañía belga es quien tiene -junto a EMEPA- la concesión de la dragado y balizamiento del a Hidrovía Paraná-Paraguay, que vence en 2021 y ya es eje de un intenso lobby de potenciales sucesores.
El acuerdo, que tiene vigencia desde enero y por el plazo de un año, contempla la provisión de hasta 70 mil toneladas métricas de arena. A razón de US$ 180 por tonelada (incluyendo el flete de US$ 70), el acuerdo global cierra en US$ 12.6 millones. Una cifra beneficiosa para ambos, pero sobre todo para Tecpetrol, que si tuviera que comprar el mismo producto en el exterior debería desembolsar US$ 300 por tonelada.
No obstante, las ingentes necesidades de Vaca Muerta están empezando a sobrepasar la capacidad de producción de arena de fractura de las plantas argentinas, provocando que algunas empresas empiecen a buscar en otros mercados, entre ellos, el de los Estados Unidos.
En el país del norte, el mercado está de cabeza respecto a lo que sucede en Argentina. Los precios deprimidos por el sobrestock le abrieron la puerta a insospechadas exportaciones del producto, que se materializaron en un primer embarque de 25 mil toneladas que recaló -según Reuters- días atrás en el puerto de Bahía Blanca. El negocio para los productores estadounidenses es claro: de los US$ 50 por tonelada que cobran en su país, pasan a US$ 240 en Argentina ofreciendo -dicen- una arena de mejor calidad que la local.
REDACCIÓN ON24