Según publicó ayer el diario español El Economista, desde la semana pasada se encuentra en Buenos Aires una misión de alto nivel de Repsol que está negociando con los equipos técnicos del Ministerio de Economía. La delegación está integrada por el director general de Negocios de Repsol, Nemesio Fernández Cuesta, el director económico financiero, Miguel Martínez, el vicesecretario Miguel Kilngenberg, y la directora del área corportiva financiera,María Victoria Zingoni.
De acuerdo a la publicación, Repsol convocó al Consejo de Administración, bajo la presidencia de Antonio Brufau, para el martes próximo, un día antes de lo habitual, porque tiene previsto dar a conocer el miércoles los resultados del ejercicio 2013. En apariencia, si el Consejo de Administración aprueba el acuerdo con la Argentina y decide elevarlo a la junta de accionistas que se realizará a fines de marzo, Repsol podría bajar el juicio contra la Argentina de las previsiones del balance y dejar constancia de que recibirá los bonos argentinos.
No obstante, según reseñó ayer “Financial Times”, por el momento no trascendieron los detalles finales de la compensación, entre ellos cómo y cuándo podrá la española monetizar los títulos recibidos, y si habrá o no garantías adicionales para cubrir la eventualidad de que el país sufra una nueva crisis de deuda.
También para “Financial Times” la negociación se completará en los próximos días, y sería presentada el martes para su aprobación en Madrid. De acuerdo a la publicación, la oferta de compensación se queda corta frente a los U$S 10.500 millones que Repsol reclamó en su presentación ante una corte arbitral internacional (el CIADI , dependiente del Banco Mundial), pero “el resultado del litigio era incierto y podrían trascurrir varios años para que una corte produzca un fallo definitivo”.
Pero “Financial Times” destacó que la compensación tiene una “notable mejora” a la que a mediados del año pasado había impulsado Pemex en el Consejo Directivo de Repsol y que consistía en U$S 1.500 millones en bonos más una pequeña área en Vaca Muerta.
Para la Argentina, cerrar el litigio con Repsol significa en primer lugar mejorar la posición de YPF en cuanto a su valoración. La petrolera local alcanza actualmente una capitalización bursátil de alrededor de U$S 10.700 millones, 4.300 millones menos con relación al momento en que estaba controlada por Repsol, y se supone que una vez cerrado el conflicto con la española, puede incluso superar un valor de U$S 15.000 millones por la incorporación de las reservas de Apache (cuyos activos en la Argentina compró la semana pasada), y el cómputo de lo que se va certificando en Vaca Muerta. Con más valor, YPF podrá atraer más créditos internacionales y lograr nuevos socios , como busca su presidente, Miguel Galuccio, para apurar el paso en la explotación de los recursos no convencionales de petróleo y gas.
Fuente: Ámbito