El fin del cuestionado inciso K

Tras el cambio en la normativa que, desde el 2012, obligaba a las aseguradoras y reaseguradoras a destinar el 18% de sus inversiones, como mínimo, a financiar proyectos productivos o de infraestructura a mediano y largo plazo en Argentina (los denominados “fondos Inciso K”), ON24 dialogó con el gerente general del Grupo Asegurador La Segunda, Alejandro Asenjo, para conocer los antecedentes y la actualidad del asunto.

Concretamente, el 15 de enero pasado, la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), a través de la Resolución 39.645/2016, modificó el Inciso K del punto 35.8.1 del Reglamento General de la Actividad Aseguradora, por la cual ahora faculta, y no obliga, a las entidades de seguros generales, de seguros de vida, reaseguradoras y entidades de seguros de retiro a destinar hasta un máximo del 30% del total de las inversiones a tales fines (excluyendo inmuebles). En tanto, a las aseguradoras de riesgos de trabajo les permite hasta un máximo del 20%.

Por su parte, la normativa anterior enunciaba: “Las entidades de seguros generales, de seguros de vida y las entidades reaseguradoras deben invertir un mínimo del 18% del total de las inversiones (excluido inmuebles), y hasta un máximo del 30% del total de las inversiones (excluido inmuebles), en instrumentos que financien proyectos productivos o de infraestructura”.

Asenjo explicó que el Inciso K surgió a partir del Plan Estratégico Nacional de Seguros 2012-2020, que lanzó la entonces presidente Cristina Fernández, “en donde se establecieron una serie de metas u objetivos con las cuales el sector no pudo no estar de acuerdo, porque, entre otras cosas, ofrecía llevar de 2,5% del PIB al 5,5% la participación del seguro en la actividad”.

Para el ejecutivo, “en términos teóricos, el proyecto estaba adecuado a la función natural del seguro, que es ser un auxiliar de la actividad económico y financiera”. Incluso, los fondos se administraban a partir de un Comité de Elegibilidad, formado por la SSN, la Secretaría de Comercio y la de Industria”. Pero, según afirmó, “en la aplicación práctica, el Inciso K se empezó a desvirtuar”.

Asenjo aseveró que “hubo una administración política de las inversiones destinadas al inciso K” y señaló: “YPF absorbió el 80% de todos los activos destinados a la producción e infraestructura. Es decir, si el mercado asegurador tenía en activos líquidos casi US$ 10.000 millones, en Inciso K fueron US$ 1.800 millones y el 80% estuvo concentrado en una sola actividad”.

Desde el sector asegurador también se cuestionaba el Inciso K de la resolución original porque “la tasa de rendimiento de sus especies era tres o cuatro puntos anuales por debajo de cualquier otro tipo de inversión”, expresó.

Además, el objetivo de mayor participación del PIB, si bien estaba lanzado a 2020, luego de tres años de implementación “estuvo lejos del cometido”. “Entonces, no nos llevó a una mayor participación en el PIB y por otro lado nos castigó la estructura de inversión”, sostuvo el empresario. “El mercado asegurador no cree que el Inciso K haya sido una mala medida, sino que estuvo incorrectamente administrado. El mercado asegurador, como inversor o proveedor de capitales para proyectos de infraestructura y productivos, no es una mala estrategia, ni debe ser un mal negocio; el tema es cómo lo administrás”.

Por otra parte, el gerente general del Grupo Asegurador La Segunda adelantó que el nuevo regulador Nacional de Seguros, Edgardo Isaac Podjarny, habría manifestado tener la intención de equiparar los estándares nacionales de la actividad con los internacionales, aunque, aclaró, “todavía no tenemos muchas señales sobre cómo va a hacer la nueva hoja de ruta”.

REDACCIÓN ON24

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