El viaje de la Presidente Cristina Fernández, no fue casual ya que, entre 2000 y 2013, la presencia del gigante asiático en América latina no para de crecer.
De acuerdo a un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) entre el año 2000 y el 2013, el comercio de bienes entre América latina y China pasó de US$ 12.000 millones a US$ 275.000 millones anuales.
En el último tiempo, sin embargo, el rol de China en la región se centró en brindar divisas a los países que atraviesan problemas cambiarios. Así, la Argentina recibió un swap de China para apuntalar sus refuerzos. Aunque no fue el único caso. Venezuela y Ecuador también fueron receptores de divisas, según un informe de la consultora Ecolatina.
“En el caso de Venezuela, la creciente escasez de divisas (que se agudizó notablemente tras la caída del precio internacional del crudo) no sólo incrementó las chances de un default de la deuda pública, sino que limita su capacidad de abastecerse de productos básicos (el 70% de los alimentos son importados). Por este motivo, el presidente Nicolás Maduro salió en busca de financiamiento, gira en la que había obtenido una abultada asistencia por parte de China”, indicó el informe.
En ese sentido, se aseguró que “si bien aún no se conocen los términos del acuerdo, lo cierto es que el gigante asiático por lo menos renovará la deuda con Venezuela por US$ 7000 millones que vence este mes”.
Ecuador, por su parte, es otro caso emblemático. “Recientemente se conoció la concesión de US$ 7000 millones por parte de China al gobierno ecuatoriano. Al igual que en la negociación con Venezuela, no se conocen los detalles del acuerdo pero es factible que como contrapartida dichos países deban exportarle petróleo, como ya se hizo en otras oportunidades”, afirmó la consultora.
Créditos para América latina. Según el centro norteamericano de análisis de política Inter-American Dialogue, de 2005 a 2013 la región recibió unos US$ 98.000 millones en créditos provenientes de China, monto considerable comparado con los montos concedidos por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo a la región, que, según Deutsche Bank fue de US$ 163.000 millones en el mismo periodo.
En la actualidad, las reservas internacionales chinas ascienden a US$ 4.200.000 millones (40 por ciento de su PBI), lo que si bien no implica que se invierta la totalidad de dicho stock, revela que la capacidad prestable de la segunda economía mundial es superlativa.
China y las empresas. El vínculo entre las empresas chinas y argentinas son, desde 2010, una realidad. En ese año, la petrolera CNOOC (China National Offshore Oil Corporation) adquirió el 50 por ciento de la petrolera Pan American Energy. Algo similar ocurrió con commodities provenientes de la minería: en abril de 2014 tres empresas chinas compraron en Perú una de las mayores minas de cobre del mundo por US$ 6000 millones.
Por último, el año pasado el grupo estatal chino alimenticio COFCO (China National Cereals, Oils and Foodstuffs Corporation) adquirió el 51 por ciento de la empresa Nidera con sede en Argentina, una de las firmas más importantes en el comercio de granos mundial y líder en la región.
Además, en el último tiempo, YPF firmó un acuerdo de entendimiento con SINOPEC, petrolera asiática, para realizar tareas de investigación de forma conjunta.