Los nuevos lineamientos urbanísticos para el área de Fisherton que se debaten en el Concejo Municipal, a instancias de un proyecto de ordenanza que impulsa el Ejecutivo Municipal, sumaron nuevas voces de actores privados con activa participación en el barrio.
Se trata de Marcelo Zanni, titular de la inmobiliaria que lleva su apellido con vasta trayectoria en la zona oeste de Rosario, por un lado, y de Luciano Bella, socio y arquitecto del Grupo desarrollador 8 Sauces.
”A priori, veo que propone un reordenamiento de la zona a partir de algunos vericuetos que presenta la norma actual”, sostuvo Bella, quien agregó que “no veo una mayor densidad, al menos en metros cuadrados” para las calles internas, salvo en los corredores urbanos.
Cabe recordar que el lunes pasado, integrantes del Colegio de Arquitectos de Rosario expusieron su posición ante la Comisión de Planeamiento, que donde se encuentra a evaluación el expediente aún, y plantearon que en el interior del barrio, debería construirse no más de planta baja y un piso, al tiempo que pidieron mantener “a rajatabla” el retiro de jardín y los deslindes parcelarios.
En similar sintonía, Zanni se manifestó a favor de que “puedan edificar en altura en calle Córdoba, Schweitzer u otras avenidas rápidas, donde todavía quedan lotes para desarrollar, pero no sobre las calles internas, donde han hecho edificios de tres pisos en una zona que históricamente ha sido residencial y tranquilo”. Para el empresario inmobiliario, ese tipo de construcción cambiaría la fisonomía actual del barrio, sobre todo para el área comprendida por calle Donado hacia el oeste, hasta Sarratea, y entre Av. Córdoba y Juan José Paso, indicó.
Zanni afirmó que si bien construir hasta un nivel, como propone el Colegio, recortaría la oferta de unidades, también resaltó que bajaría el valor de las propiedades linderas a los desarrollos que se realicen en las calles internas, por lo que “es lógico plantear que no se construya más de una planta ahí”.
Bella, por su parte, señaló que “hay proyectos que se hicieron en lugares que no iban y que generaron mucho ruido (en la gente) y con razón”, por lo que “esta normativa creo que viene a ordenar eso”, enfatizó. No obstante, apuntó que, con los nuevos indicadores, en un lote de 1.500 m2, que la familia propietaria decida vender para mudarse a un barrio cerrado, como está ocurriendo, “salen unas 8 casas, por lo que no creo que ahí cambie la idiosincrasia del barrio”. Además, resaltó, “los espacios verdes va a seguir primando porque se establece un 67% de ocupación verde” en la ordenanza.
En ese sentido, recalcó que la normativa actual establece una altura máxima de 10 metros, en la que “podés sacar una planta baja más dos niveles, por lo que se podría corregir a una planta baja más una, con la misma altura, para dejar tranquila a la gente de que no se va a desarrollar vivienda colectiva”.
De acuerdo a lo explicado por la secretaria de Planeamiento, Agustina González Cid, ante el Concejo en junio pasado, el proyecto prevé la incorporación de unidades funcionales máximas y diferencia los sectores que cuenten con cloacas, con una unidad cada 250 m2, y sin cloaca, cada 500 m2.
A su vez, se establece planta baja más 3 pisos para Avenida Real y calle Schweitzer, y planta baja más 5 pisos para las avenidas Eva Perón y Jorge Newbery. En tanto, se estipula un Factor de Ocupación del Suelo (FOS) de 0,33 y el de Impermeabilización del Suelo (FIS) en 0,43, aunque para el corredor Eva Perón se lo reduce de 0,7 a 0,5.
REDACCIÓN ON24