El sector de la construcción probablemente sea uno de los más optimistas de la economía argentina. Desarrolladoras, cementeras, acerías, todas coinciden que se viene una explosión en la construcción, hoy impulsada por la obra pública y en los próximos meses se motorizará la obra privada vinculada especialmente a los créditos UVA.
También todos coinciden que el que esté mejor “parado” será el que pueda aprovechar la fuerte demanda de vivienda. ¿Cuándo? Allí hay diferencias: Para muchos los créditos UVA no estarán operativos tan fácilmente. El pesado engranaje del Banco Nación debe poner a punto más de 600 sucursales que albergan arriba de 18.000 empleados, muy poco entrenados para dar pronta respuesta a clientes.
Mientras tanto el público se “endulzó” con el sueño de la casa propia y mira más allá del hipotecario promocionado por el gobierno. Se trata de una masa nada despreciable de ciudadanos de clase media a la que las constructoras intentan seducir con líneas de financiación propia.
Adelantándose a su competencia, una firma local prepara un fuerte anuncio para el mes próximo. Según fuentes cercanas, presentará un “Plan de financiación extendida” que revolucionará el mercado. La constructora, con años de trayectoria en Rosario, asegura que se trata del lanzamiento más importante de su historia.