El Concejo de Rosario tiene en evaluación un proyecto de ordenanza presentado por el edil de Juntos por el Cambio, Alejandro Rosselló, que incorpora en el Reglamento de Edificación la posibilidad de incorporar el sistema de anclajes, una herramienta para la construcción que en Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, está habilitada.
La iniciativa en Rosario viene de larga data: lleva más de 4 años desde que comenzó a tratarse en la Comisión Asesora con la exintendenta Mónica Fein y propone un proyecto similar al que rige en CABA, según indicó a ON24 Gustavo Micheletti, directivo de la Delegación Rosario de la Cámara Argentina de la Construcción.
Ahora, se encuentra en debate en la Comisión de Planeamiento, luego de varios idas y vueltas que plantearon algunos concejales respecto a que, para otorgarle luz verde, pretenden que se contemple la autorización de los vecinos linderos a los edificios que utilizarían los anclajes, algo que en Buenos Aires no se estableció.
“Autorízase en las obras en construcción la utilización de anclajes de tracción provisorios para soporte de muros de submuración y entibamiento que traspasen los límites del predio, tanto en relación a los linderos como así en lo relativo a la línea municipal”, reza el proyecto.
“En Rosario, sería lago nuevo porque nunca hubo ningún tipo de reglamentación sobre eso”, indicó Micheletti. “Hoy se están haciendo obras grandes sin anclajes, pero, de aprobarse, las facilitaría y les daría mayor seguridad a los edificios linderos, además de que mejoraría los plazos de obra, que es importante”, destacó. “En Buenos Aires, justamente, cuando hubo varios derrumbes fue lo que motivó a aprobar esta ordenanza rápidamente”, recalcó.
Básicamente, explicó el empresario, los anclajes son elementos constructivos “pasivos”, que se colocan de manera subterránea. “No afectan la estructura del vecino” y sirven “para estabilizar el terreno en estructuras con subsuelos y excavaciones que necesiten submuraciones”, remarcó.
En su momento, cuando se presentó el proyecto, el mismo fue avalado por la Cámara y la Facultad de Ingeniería desde el punto de vista técnico, pero “se frenó en el Concejo” en torno a una discusión vinculada a considerandos legales referidos a la propiedad privada. “Es verdad que se invade, de alguna manera, el terreno, pero al vecino no lo afecta en nada y por otro lado se le genera más seguridad sobre la estructura”, especificó Micheletti, porque los anclajes permiten “contener posibles asentamientos de las construcciones y mejorar el tipo de estructura que se puedan generar”.
En ese sentido, si bien dejó en claro que la Cámara aún no está al tanto de las modificaciones que se le fueron imprimiendo al proyecto actual en el correr de estos años, opinó que “si la ordenanza sale pero estipula que debe haber autorización de los vecinos, no tendría efecto, porque sabemos que de entrada el vecino va a decir que no y se van a retrasar los proyectos”.
DEBATE
En la sesión del 15 de marzo de la Comisión de Planeamiento, la iniciativa de Rosselló volvió a quedan en estudio, por lo que todavía no hay mayores definiciones. La concejala Jésica Pellegrini, de Ciudad Futura, recordó que se había requerido que se incorporara de manera expresa “la autorización de los linderos” para realizar este tipo de trabajos y especificó que se agregó a la normativa propuesta “conocimiento fehaciente de los linderos”.
También pidió otro agregado para que se anotara en el Registro de la Propiedad que se efectuó tal trabajo de anclaje “para que futuros adquirentes conozcan esta situación” y admitió que “son elementos removibles”, pero estimó que podrían afectar en caso que el lindero construyera una cochera o una pileta.
Por su parte, el edil Fabrizio Fiatti, de Arriba Rosario, requirió continuar con el análisis del tema y sostuvo que “debe facilitarse el mecanismo”.
REDACCIÓN ON24