A minutos del aeropuerto, frente a la autopista a Córdoba, pegado a Kentucky, se levanta Sol de Funes, un complejo de imponentes dimensiones pero con las características de un hotel boutique.
Con la naturaleza como escenario de base y una estructura de acero, avanza la millonaria obra del lujoso hotel de campo de 104 habitaciones.
En diálogo con ON24, el Arquitecto Marcelo Caprioti cuenta avances de la obra y el exquisito trabajo de diseño que se prepara para su etapa final.
“En estos momentos estamos con trabajos de yesería, instalación de ascensores y del sistema de calefacción por loza radiante en habitaciones y pasillos; para tomar real dimensión son 64.000 metros de caño” detalla el profesional.
Del proyecto inicial surgieron modificaciones y nuevas ideas que agregan valor a la propuesta hotelera única en la región, como la construcción de dos cavas de vinos: “Una de ellas será para bodegas de gama media y la principal, anexa al restaurant de cocina gourmet, atesorará las etiquetas más reconocidas a nivel internacional; a mano de los comensales que podrán visitarla eligiendo sobre una exclusiva selección de vinos”, explica Caprioti.
Un capítulo especial merece el mobiliario y la iluminación: “Todos los espacios de uso común estarán decorados con muebles y lámparas de autor, desde el mostrador del check in, al lobby, el desayunador y los sillones dispuestos en la superficie semi-cubierta del bar”. Según el arquitecto del complejo hotelero, nada está librado al azar, desde la rotonda de ingreso que presentará una imponente estatua ecuestre de “chapa batida” a puertas de roble francés recuperados de viejos toneles que operarán como divisorios de exquisitas estancias, incluida una biblioteca. Muebles de anticuario y más de 1800 cuadros de variados artistas ambientarán los espacios comunes del peculiar hotel.
ON24 comparte imágenes desde un drone de los avances del complejo hotelero cuyo final de obra está previsto para mediados del próximo año.