En los últimos días se viralizaron noticias que anunciaban que Argentina tendría un desabastecimiento de vinos en el mercado interno, luego de unos 45 días. Al ser un producto de gran consumo en el país, encendió las alarmas de los tantos degustadores de la producción nacional. Sin embargo, el Instituto Nacional de Vitivinicultura de Argentina salió a desmentir esas versiones: “Ante declaraciones emitidas por actores vitivinícolas, queremos informar que no habrá faltantes de vino en el mercado interno”. En la misma línea se plantaron los comerciantes de Rosario y aseguraron a ON24 que “la mayoría de las bodegas te entregan, a cuentagotas, pero entregan”.
Así lo afirmó Diego Floridia, responsable de la distribuidora mayorista “Jade”, que además manifestó que “son muy pocas las bodegas que no te respetan los negocios hechos previamente”. De todas formas, como un eslabón más en la cadena de comercialización aseguró: “Uno sigue vendiendo para que se siga moviendo la rueda”.
En consecuencia, analizó: “No me parece que haya faltante en 45 días”.
A su turno, Federico Marengo, titular de las vinerías “De Buena Madera”, planteó que, si bien hay varios insumos como corchos, botellas y hasta levaduras que se importan, “no sé si en realidad van a faltar, le pueden encontrar la vuelta como pasó el año pasado tras el incendio de una de las fábricas más importantes de producción de botellas de vidrio”. En aquella oportunidad, las distintas bodegas salieron al mercado con vinos en lata o en el dispenser de tres litros.
Rápidamente deslizó que las ventas “vienen bien, pero con algunas complicaciones como todos los sectores cuando pasan estos cimbronazos económicos”.
Ambos coincidieron en que los precios aumentaron en julio entre un 10 y un 20 por ciento, pero mientras Floridia sostuvo que ese porcentaje “no es mayor del que venía sucediendo”, Marengo marcó que los anteriores aumentos eran “de un 5 a 10 por ciento”.
Por su parte, el dueño de “De Buena Madera”, contó que “hay faltante de algunos productos, no sólo por el cierre de importaciones, sino que Argentina viene de revertir la caída del consumo interno y el de exportación en dos años seguidos”, así explicó que la producción nacional todavía no se pudo equiparar con esa alza.
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Analizando el primer semestre del año, Floridia dijo que es “positivo”, pero se lamentó la inflación porque “en algún momento a la gente no le va a alcanzar más la plata y va a ir disminuyendo la venta”.
“Hoy los vinos más baratos son los que peor la están pasando -agregó- porque mucha gente llegaba a esos productos y hoy no, entonces, no se consumen. De precio medio para arriba se vende normal, de precios bajos cuesta un montón”. Sobre esta idea, entendió que “hoy no hay vinos baratos” ya que se comercializan desde 300 pesos para el comercio marcas como Toro, Estancia Mendoza, Santa Isabel o Michel Torino.
A su vez, Marengo remarcó que entre 2020 y 2021 hubo “pico de consumo” y rescató que en 2022 “se estabilizó, pero no cayó. Eso es bueno”.
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