“Desarrollamos departamentos en los que nos gustaría vivir”

El ingeniero Federico Metzgar, titular de la empresa constructora fundada por su padre, reflexiona sobre las diferentes líneas de trabajo que llevaron a la empresa a sostenerse durante 50 años.

Desde 1970, la empresa fundada por el ingeniero Oscar Metzgar se dedica a la construcción de viviendas, edificios, obras industriales y civiles de todo tipo, así como también a la ejecución de obras de infraestructura y barrios de viviendas.

En sus 50 años de trayectoria ininterrumpida en Rosario y en otros puntos del país, Metzgar ha entregado más de 100.000 metros cuadrados distribuidos en las obras ya ejecutadas. Su sello distintivo, en el cual pone énfasis Federico Metzgar —uno de los hijos de Oscar que continuó con el proyecto familiar junto a sus hermanas Romina y Carolina—, es la “excelencia en la elección de los materiales y la calidad de detalles y terminaciones”.

Tenés en tu ADN la construcción y los desarrollos inmobiliarios, ¿Cuánto pesó tu historia a la hora de elegir seguir con la empresa y qué es lo que más te gusta en tu hacer diario?

Sin dudas, pienso que está en nuestro ADN, venimos de una familia donde nuestros abuelos también se dedicaron a la construcción: mi abuelo materno era albañil y mi abuelo paterno trabajaba en una fábrica de mosaicos; ambos inmigrantes europeos.

La construcción para mi viejo era su vida, era un apasionado de la calidad, de los detalles, de las terminaciones. Y también era formidable su forma de llevar adelante el trabajo, su empatía, el trato con los empleados. Yo estoy en la empresa desde chico y vivir con él todo ese día a día, de una forma tan apasionada, sin dudas me influenció.

Lo que más me gusta es desarrollar viviendas, en las cuales la gente se sienta cómoda, me hace feliz que los clientes estén a gusto con lo que hacemos, que se sientan felices de habitar departamentos que diseñamos poniendo todo de nosotros.

Me gusta también el trato personal, hablar tanto con los empresarios como también con los equipos que llevan adelante las obras.

Metzgar es una empresa con 50 años de trayectoria en el rubro. ¿Ves cambios en el estilo y el gusto de las personas a la hora de elegir el departamento donde van a vivir?

El estilo de la construcción en las últimas décadas ha cambiado muchísimo. En la actualidad el foco está mucho más puesto en el diseño, que ha tomado una trascendencia muy importante. Pero también la realidad es que hoy en día, el diseño ha dejado un poco de lado la calidad. Y nosotros desde Metzgar sostenemos que hay que encontrar un equilibrio entre las dos cosas. Mucha gente se deslumbra cuando ve un lindo diseño, y no tiene en cuenta la calidad de los materiales con los que se construyen los departamentos.

También han tomado una preponderancia muy grande los espacios comunes, como por ejemplo los ingresos a los edificios. Antes se consideraba simplemente un lugar de paso, hoy la gente lo mira con otros ojos, es la puerta de entrada a sus hogares, con lo que ello implica. El tema de lo verde, las plantas, el cuidado energético, los amenities.

Por ejemplo, nosotros con la terraza del edificio San Francisco —ubicado en calle Alem, a metros de la avenida Pellegrini—, le buscamos la vuelta para que sea un espacio común habitable, que la gente pueda subir a tomar un mate, tomar sol. Por ello, creo que el equilibrio es importantísimo, el hecho de poder sumar diseño, sin perder calidad.

Metzgar mantuvo y continuó en su diseño y construcción respetando ejes y lineamientos que no negocian. ¿Cuáles son esos ejes?

En relación a la construcción, lo primero y fundamental es hacer departamentos donde nosotros viviríamos, más allá de que se trate de un monoambiente, o un departamento de 1, 2, 3 o 4 dormitorios. Por supuesto que allí entra la superficie, el tamaño de los dormitorios y el servicio postventa.

Otra de las cuestiones fundamentales, parte de nuestros pilares, es el trato con la gente, la confianza y la buena predisposición, tanto hacia los clientes como con las personas que trabajan con nosotros. Todo eso es innegociable.

¿Qué proyectos tienen en desarrollo y cuál en pronto lanzamiento?

En este momento estamos desarrollando el proyecto Údine, un edificio en calle Cochabamba, entre España e Italia, con pisos exclusivos de 3 dormitorios. Además, estamos proyectando un edificio en un terreno que tenemos en calle San Luis, entre Pueyrredón y Rodríguez, con un frente de 9,53, una profundidad de 55 metros y 13 pisos de altura, utilizando la articulación urbana.

También venimos trabajando con socios en Vaca Muerta, en Añelo, desarrollando un barrio de viviendas.

Tenemos muchos proyectos por delante, tanto en Rosario como en Añelo, que esperamos poder concretar el próximo año.

       

¿Qué priorizas a la hora de elegir la zona en un desarrollo inmobiliario?

Como te decía anteriormente, así como diseñamos edificios en los que viviríamos, esto también incluye la ubicación. Más allá de que hay modas o tendencias del momento, tratamos de priorizar eso, lugares que elegiríamos para vivir, que sean accesibles para la mayoría de la gente.

Por otro lado, tenemos que priorizar nuestro producto, estar atentos al mercado, cuáles son las zonas que empiezan a tomar un auge diferente. Y en tal sentido, estudiar esos lugares, ver qué podemos aportar según nuestros lineamientos.
Por ejemplo, cuando decidimos construir en Alberdi, para nosotros era un mercado totalmente inexplorado. Empezamos a notar que la gente de ese barrio necesitaba salir de esas casas gigantes, que querían seguridad, achicarse en dimensiones, y un departamento venía a resolver eso. Pero en este caso particular, nos pareció que debía ser un lugar que les brindara también ese espacio al que ellos estaban acostumbrados, porque las personas que compraron eran todas de la zona. Por eso diseñamos grandes espacios de uso común, cómodos, con vista al río, grandes piscinas.

¿Qué perspectiva o deseo tenés para el próximo año?

Creo firmemente que más allá de la coyuntura política y económica de cada momento, a cada año lo construimos con motivación, con ganas, con proyectos y sobre todo con mucho trabajo.

Esa es la filosofía Metzgar y por supuesto la mía propia.

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