Las constructoras que trabajan en la ciudad y son uno de los principales motores económicos con que cuenta Rosario, se encuentran atravesando un momento complejo. Se calcula que 150 edificios están esperando que la EPE les otorgue la energía necesaria para poder funcionar.
“Estamos con el palo y el cajón que queda de las obras”, advirtió Gabriel Redolfi, director general ejecutivo en MSR Inversiones y Desarrollo dio detalles de la difícil situación y agregó: “Rosario está cerca de no poder edificar más si seguimos así. Estamos realmente incendiados con ese tema”.
Es que la Empresa Provincial de la Energía, la cuál el actual gobierno de Maximiliano Pullaro encontró desmantelada y en situación terminal, no pude garantizar el suministro en los nuevos edificios. Ya ni siquiera se realiza un estimativo de cuándo podrían conectar el servicio en cada edificio y eso se vuelve una traba muy importante a la hora de construir y comercializar las unidades.
Ante esto, desde la Asociación de Empresarios de la Vivienda, proyectan gestiones con autoridades de la EPE para, al menos, comenzar a buscar un principio de solución a esta problemática. “Tenemos programada una reunión con funcionarios del gobierno provincial a fin de febrero para plantear el tema, entregar un petitorio a las autoridades, empezar un proceso de normalización de la EPE”, apuntaron.
MSR por ejemplo, cuenta con 12 edificios terminados, pero sin poder tener el servicio eléctrico que corresponde. “Tengo edificios hace 5 años con palo y cajón de 30 kW para un edificio que necesita 300 kW”, detalló Redolfi.
Por estas horas, el humor de los constructores de Rosario con la Empresa Provincial de Energía es difícil de sostener. “No podemos estar pensando en nuevos desarrollos. Tenemos un montón de proyectos en cartera que hoy están prácticamente detenidos porque no vamos a tener y estamos hablando de edificios que la EPE nos dio factibilidad hace 3 años y ahora notificamos que están terminados u ocupados y nos dicen no te voy a dar corriente, no te voy a dar energía eléctrica. ¿Cómo vamos a seguir desarrollando así?”, insistió el titular de MSR.
No obstante, desde la Asociación Empresarios de la Vivienda de Rosario apuestan a que el nuevo gobernador pueda comprender el estado de situación y poner los recursos para encaminar la solución. En ese sentido, Redolfi puntualizó: “Le dijimos a Pullaro que estamos muy de acuerdo con la política de seguridad, pero que tengamos en cuenta que la seguridad también es dar trabajo. Porque como he dicho siempre, un operario que no está tirando de una carretilla o va a tirar de un carro o va a tirar de un gatillo. Dar la fuente de trabajo también es dar seguridad”.
Es que si la construcción se detiene, las empresas no podrán seguir brindando trabajo a sus obreros. “Si no podemos ampliar la oferta de trabajo, si no podemos crecer, si no podemos seguir desarrollando, acá hay cientos de miles de operarios que corren riesgo de su fuente de trabajo”, subrayó.
DESIDIA EN LA EPE
El actual presidente de la Empresa Provincial de la Energía, Hugo Marcucci, calificó de irresponsable a la gestión anterior y aseguró que se encontró con un déficit en el orden de los 30.000 millones de pesos. A esta situación, sumó “almacenes flacos” en materia de componentes e insumos, y un parque automotor en mal estado.
Según detallaron las nuevas autoridades, al asumir en diciembre encontraron, además del rojo en las cuentas, 350 móviles en mal estado y medio millón de medidores tirados. “Lamentablemente, hay administraciones irresponsables que terminan dejando un rojo. El santafesino tiene que atravesar una situación en la que la falta de inversión termina pegando en la calidad del servicio”, afirmó en CNN Radio Rosario.
El funcionario indicó también que la nueva administración se encuentra en necesidad de transformadores, cables, aisladores y otros componentes: “Recibimos almacenes flacos y tuvimos que recomponerlos en muy poco tiempo”. Luego, agregó: “Octubre empezó con déficit operativo. Nosotros estamos para gobernar y no para quejarnos, pero ese es el estado de situación”.
“Nosotros estamos a total disposición de la EPE, de la Secretaría de Energía, y del gobierno provincial para elaborar en conjunto un plan para empezar a normalizar la situación. Todos los años se están agregando 100 edificios para ser habilitados. Hay en este momento más de 150 edificios en Rosario con palo y cajón. Días como los que atravesamos, con temperaturas extremas, la gente no puede vivir. Al no tener electricidad no tenés agua, ni un ventilador o aire acondicionado. No funcionan los ascensores ni los portones. No podemos seguir así”, completó Redolfi.