Si bien los principales indicadores laborales del Aglomerado Gran Rosario continúan mostrando una tendencia positiva en términos de empleo y desocupación, el ingreso mensual de los ocupados volvió resentirse y acumula una caída promedio en términos reales del 20% en los últimos seis años. Así lo indica un informe publicado por la Fundación Banco Municipal.
La oferta laboral y empleo se ubican en los valores más altos desde 2016 en cantidad de personas y en tasas, generando que el desempleo se sitúe en el valor mínimo del periodo analizado. El crecimiento de la PEA se expandió mayoritariamente por mujeres de entre 30 y 64 años, con un mayor impulso de aquellas pertenecientes al segmento de la población de menores ingresos. La población económicamente activa se ubicó en 679 mil individuos y la ocupada en 638 mil personas. Así, la cantidad de desempleados se ubicó en mínimos del periodo (41 mil).
Con un marcado crecimiento en los últimos dos años, la oferta laboral (población económicamente activa – PEA) y los ocupados registraron en el tercer trimestre de 2022 los valores más altos -en cantidad de personas y en tasas- desde 2016. En la comparación punta a punta, se observa que la PEA registró un incremento de 11,1%, ubicándose en 679 mil individuos; mientras que la cantidad de ocupados creció 15,2%, registrando un total de 638 mil personas.
Así, el desempleo se contrajo 28,1%, registrando un total de 41 mil individuos desocupados. Por otro lado, a nivel nacional se observa un comportamiento similar, aunque el ritmo de expansión a nivel local se acelera a partir del año 2020. Si bien el crecimiento de la PEA en el Gran Rosario fue absorbido con creces por la expansión de la demanda laboral, resulta de interés analizar el perfil de la población que se ha sumado al mercado laboral.
En el tercer trimestre de 2022, el poder adquisitivo promedio del total de los ocupados del Gran Rosario se contrajo 19,9% respecto a igual periodo de 2016. Al desagregar por categorías ocupacionales, se observa que los cuentapropistas resultan los más perjudicados.
La cantidad de horas trabajadas pasó de 36 horas semanales en 2016 a 37 en 2022. El ingreso real de los trabajadores, en proporción a lo que ganaban en 2016, se expandió levemente hasta principios de 2018 y luego se contrajo de forma sostenida hasta principios de 2021, año en el que registró cierta recomposición. En 2022 el ingreso real volvió a caer, quedando en niveles prácticamente idénticos a los más bajos registrados durante la pandemia. Al desagregar la evolución del ingreso real por categoría ocupacional se observa que los cuentapropistas y patrones caen desde 2016, siendo fundamentalmente los primeros los más perjudicados.
En resumen, los datos muestran que el elevado nivel de empleo registrado en el Gran Rosario en los últimos años viene de la mano de un deterioro en el ingreso real de los trabajadores. Incluso, podría conjeturarse que el considerable aumento registrado en la población económicamente activa es una consecuencia de esta situación dado que la pérdida de poder adquisitivo obliga a que otros miembros del hogar que antes no trabajaban ni querían hacerlo se sumen al mercado con el objetivo de recomponer lo perdido por la inflación. Esta situación abre algunos interrogantes en relación a que, de continuar esta escalada inflacionaria, cuántas personas más podrán conseguir empleo para cubrir las pérdidas de poder de compra y qué condiciones laborales están dispuestas a aceptar para lograrlo.