El sector de la construcción supo sortear las restricciones para importar materiales o insumos y, con el fin de no quedar desabastecido, ha virado a la industria nacional como principal proveedor, aunque eso ha conllevado otros inconvenientes.
“Hay inconvenientes con la variedad de productos, no hay tanta oferta, como había antes”, afirmó a ON24 Mariano Schor, presidente de la Cámara de la Construcción de Rosario, quien agregó que esto “te hace demorar un poco las obras”, aunque señaló que “tratamos de que no sea una causal porque tampoco nos sirve a nosotros estirar los plazos”.
Schor indicó que en los materiales importados o con componentes importados “sigue habiendo problemas”, aunque con el abastecimiento, “como bajó un poco el ritmo de la construcción, no hay tanto problema”, apuntó. Para el empresario, si bien “hay una merma en la obra pública”, recalcó que “sigue habiendo una inversión importante”, aunque aclaró que “no hubo un shock” por ser año electoral.
En ese sentido, sostuvo que la caída de la actividad “se siente más en el sector privado porque hoy el gran problema es que no tenés un mercado inmobiliario activo”. “Quizá, en las zonas premium no se nota tanto, pero en general hay una merma en los permisos de edificación”, enfatizó.
Por su parte, Verónica Razzini, del Grupo Razzini, especializado en comercialización de materiales para la construcción, explicó que la empresa tuvo que modificar la estrategia de proveedores hace unos meses: “Cambiamos a empresas de producción nacional para que no haya faltantes”, afirmó.
“Eso ha achicado la oferta, pero no hay faltantes de materiales, por el contrario, creo que hay sobrestock en las fábricas porque hay baja de ventas y se empieza a sentir”, consideró, en sintonía con Schor. Así, expresó que en la obra pública que la firma trabaja está “todo frenado”, al tiempo que “la privada está a la espera en lo que es obra nueva”, donde “se aprovisiona lo necesario”.
Consultada sobre si, ante el escenario de incertidumbre que reina en el país, las empresas no optan por acopiar materiales, puntualizó: “No está pasando; hoy la empresa acopia cuando se mueve el dólar. Cuando se plancha, el inversor espera”.
“Hay proyectos que se han postergado y otros que han bajado la marcha”, aseveró y asignó parte de esa baja actividad a la crisis del campo, “que es de las más fuertes de los últimos años”. “Está directamente relacionada a la construcción y se va sentir mucho más dentro de algunos meses”, advirtió Razzini.
Además, manifestó que los altos índices de inflación “hacen que tenga que haber una persona dedicada a revisar precios todos los días y acomodando listas”.
REDACCIÓN ON24