El servicio de internet permite que los datos viajen y cualquiera pueda acceder a ellos. Desde cualquier lugar del mundo, sea cual sea la distancia. Y a través de cualquier dispositivo conectado. Esto es posible gracias a una compleja red de cables de fibra óptica. A la que se vinculan los aparatos. Ya sea mediante datos móviles o gracias al Wifi y un router.
En cualquier caso, la computadora, Tablet o teléfono celular estarán conectados a esa red de fibra óptica. A través de la dirección IP que les asigna el proveedor de internet y que los identifica de manera única. Similar a la dirección localizable en un mapa de las casas. En el ámbito de internet, la dirección IP funciona como una dirección de envío a través de la cual llega la información a su destino.
Los sitios de internet también tienen una IP. Pero como sería imposible recordar tantas y tan largas secuencias de números. Se les consignan nombres de dominio más fáciles de memorizar y de encontrar en el buscador. Como youtube.com, por ejemplo. Tanto a través de datos como de wifi, el internet móvil logra conexión sin cables. Pero de fuentes distintas.
Antena y módem
Tanto los datos móviles como la red wifi se conectan a internet sin necesidad de ningún tipo de cables. Pero los primeros tienen origen en antenas de celular. Ubicadas por las compañías del rubro en diferentes sitios geográficos. Por eso logran conexión en casi cualquier lugar. En cambio, el wifi proviene de un módem, también instalado por la empresa, que tiene un alcance limitado en términos de distancia.
Cuando el usuario se aleja lo suficiente del módem, pierde la conexión wifi. Y automáticamente el dispositivo se conecta gracias al plan de datos móviles. Que ha pagado tras concretar la portabilidad numérica hacia una empresa con más antenas en el barrio que vive.
Las llamadas “zonas wifi” funcionan igual que el internet domiciliario, pero a mayor escala. Los módems son ubicados en parques, plazas, terminales de micro, aeropuertos, mercados y centros comerciales. Con el objetivo de que la gente pueda acceder a esa red de manera gratuita. Activando la conexión wifi en su dispositivo.
¿Cómo funciona la fibra óptica?
Los datos de internet se transmiten en formato digital a través de cables de fibra óptica. Que instalan y mantienen las compañías globales en el lecho marino. Específicamente lo hacen en forma de impulsos de luz que viajan hasta miles de kilómetros. A través de esos cables para llegar a su destino. Pueden atravesar terrenos complejos, como montaña o zonas submarinas.
Este cableado se extiende desde el lecho marino hasta cada uno de los espacios que tienen internet. Conectándose a un router que convierte estas señales luminosas en señales eléctricas. Y a un cable ethernet que las transmite a dispositivos como Smart TV, computadoras, laptops o celulares.
En cambio, cuando se accede a internet utilizando datos móviles la señal es enviada a una antena celular. Y desde ésta la conexión llega al teléfono en forma de ondas electromagnéticas.
Lo asombroso de internet es su eficiencia en la transmisión de datos. En relación a otras las tecnologías de comunicación celulares y de línea fija. Esto es posible gracias a que los datos que se transmiten se parten en pequeños segmentos. Conocidos como paquetes. Que, a su vez, contienen un número de secuencia, las direcciones IP del servidor. Y la IP del dispositivo de destino.
Con toda esa información, los paquetes se transmiten de manera independiente. No hace falta que sigan la misma ruta. Si no que cada uno puede tomar la más conveniente y disponible en cada momento. Una vez que llegan al teléfono, los paquetes se vuelven a ensamblar en función de su número de secuencia.
Internet utiliza protocolos para gestionar este complejo, pero eficaz, flujo de paquetes de datos. Estos protocolos pautan las normas para convertir los paquetes. Y concretar la conexión entre las direcciones de origen y las de destino de cada uno. Así como las reglas para los enrutadores. Cada aplicación emplea diferentes protocolos para funcionar. Detrás de internet hay un complejo proceso que lo hace posible.
