El tradicional barrio de Fisherton es uno de los más elegidos por quienes quieren permanecer en Rosario pero buscan la comodidad de un barrio que ofrece espacios verdes. La zona vive desde hace un tiempo un nuevo crecimiento del que dan cuenta las nuevas edificaciones, entre ellas, los condominios.
La constructora Loza, atenta al fenómeno urbanístico desarrolló La Cortada, un emprendimiento de ocho casas dentro de un condominio con ingreso compartido que comercializaron en pocos meses y del que sólo queda una unidad a la venta. El resultado, mejor del que esperaban, los movió a buscar nuevos lotes para replicar la fórmula.
El mes que viene lanzan su segundo emprendimiento bajo el mismo formato de condominios en Av. Morrison al 7700. “Arrancamos hace dos años en un predio grande que se subdividió, porque veíamos que había una tendencia de casas muy grandes, de lotes muy grandes ideal para subdividir y reducir un poquito esos espacios”, cuenta Bruno Bussa, uno de los tres socios de Loza Arquitectura.
“Percibimos una tendencia en el interés de gente del barrio que alguna vez se vio obligada a vivir en el centro pero que vuelve a elegir Fisherton. Desde gente joven que busca su primer casa a familias grandes que tal vez ya viviendo sin hijos se encuentran en una casa en el barrio con dimensiones difíciles de mantener”, remarca.
Las típicas casas del barrio, con características de construcción inglesas en predios enormes siguen siendo el sello de la zona oeste de Rosario, sin embargo la funcionalidad de las casas de menores dimensiones pero con espacios verdes propios son una de las viviendas más elegidas y esto se vio reforzado en el último año, con un fuerte interés a buscar hogares con comodidades propias.
“En La Cortada no hay espacios comunes sino que las unidades comparten el ingreso mejorando así la seguridad y manteniendo cada vivienda su patio, su terreno”, cuenta Bussa sobre las viviendas de dos y tres dormitorios, con una o dos cocheras propias y con patios o jardines de dimensiones promedio de 10 por 10 M2.
“Las casas que hacemos son todas entre 120 y 130 M2 cubiertos, entendemos que el interés por vivir en casas está, por eso mantuvimos el esquema de espacios propios de una casa que sólo comparten el ingreso, no hay amenities compartidas pero sí la seguridad que caracteriza a los condominios”, asegura y cierra: “Hay un público ahí. Muchas veces son los que piensan en vivir en Funes y ven con buenos ojos estar un poco más cerca, con las mismas comodidades, eligiendo Fisherton”.