Funes y la zona oeste de Rosario experimentan un importante incremento demográfico y urbanístico desde hace poco más de diez años. Durante la etapa de proliferación de desarrollos residenciales, también se dio un auge de las inversiones en lotes dentro de barrios privados o abiertos. En la actualidad, con el crecimiento funense ya consolidado y muchas urbanizaciones pobladas, la tierra experimentó una fuerte revalorización, mientras que las propiedades en el mercado local tendieron a bajar su precio, generando, según Fucci Inmobiliaria, una buena oportunidad para reinvertir.
Conforme explicó Roberto Fucci, socio fundador, de la firma que lleva más de 40 años en el mercado rosarino, el precio actual de un lote funense alcanzó un nivel muy cercano al de ciertas propiedades ya terminadas en Rosario. “Los terrenos desarrollados alrededor de la ciudad eran una inversión que se podía adecuar a la realidad económica de las personas. Hoy, con un valor aproximado de venta directa de un terreno comprado hace algunos años, se puede comprar una casa pequeña al frente o departamento interno, en Rosario”, indicó.
Actualmente, Fucci cuenta con cerca de 30 unidades que cumplen con estas características. Sus valores oscilan en los 50.000 dólares y se ubican en zonas como barrio Azcuénaga o Belgrano. “Son propiedades ya funcionales, que pueden ser habitadas o generar una renta inmediata. Esto, sin tener en cuenta unidades en desarrollos de altura o edificios. Esto puede ser atractivo para el inversor que hoy tiene un capital que genera gasto fijo y mantenimiento, como un terreno”, explicó.
Por lo general, la tipología de unidades a las que se puede acceder por los montos mencionados es de casas-departamento, es decir, casas individuales con dimensiones similares a las de una propiedad en altura, y departamentos internos.
Según Fucci, lo que vemos en este primer cuatrimestre, es que el ánimo de consultas cambió mucho con respecto a lo que veníamos transitando en el 2023. Hay más decisión al momento de cierre, más consultas activas de venta con fines de inversión, producción y para consumidor final, o sea para vivienda permanente.
Por último, se refirió al mercado de alquileres: “Hoy, la vivienda se alquila rápidamente. Se acuerdan valores y condiciones beneficiosas para ambas partes, pero la realidad es que el inquilino no tiene inconveniente en la actualidad y al propietario se lo ve más ávido de pasar inmuebles que estaban en venta al mercado locativo”.
