Diciembre es un mes clave para el mercado de los regalos empresariales y productos promocionales. Para entender un poco mejor este negocio que mueve anualmente unos 400 millones de dólares en Argentina, hablamos con Walter Camerano, titular de Bordafax, empresa rosarina referente en el rubro. “Las firmas han dejado de regalar productos superfluos y apuntan a objetos duraderos y que tengan una utilidad”, comentó. ¿Cómo elegir un buen obsequio corporativo?

Camerano, desde su experiencia en este negocio, aseguró que son muchas las marcas que comenzaron a invertir más en darles a sus clientes objetos útiles y durables. La tecnología comenzó a ser una tendencia, destacando los accesorios para smartphones como baterías portátiles y parlantes bluetooth. Los equipos de mate y las mochilas también son alternativas que han ganado terreno en la actualidad.

“Lo bueno de este tipo de objetos es que, a diferencia de lo que ocurre con una publicidad convencional, se siguen usando y marcando presencia a lo largo del tiempo”, explicó el titular de Bordafax. Claro que se trata de productos más caros, pero el impacto que se consigue es mucho mayor.

No obstante, el podio dentro del país sigue siendo gobernado por los bolígrafos, de los que se venden anualmente en Argentina unos cien millones; algo de esperarse dado que, según explicó el empresario, son económicos, pequeños y útiles. Las gorras, otro clásico, ocupan el segundo lugar también por su bajo costo y lo fácil que es imprimirles o bordarles logos. El tercer puesto, ocupan las mochilas y bolsos, que también tienen una buena superficie para mostrar marcas y, además, resultan muy útiles.

La actualidad del mercado

El 2018 fue un año agitado para varios sectores que debieron suplir las consecuencias de la devaluación y el de los productos promocionales no fue la excepción. Casi toda la mercadería es importada, el único rubro en el cual Argentina presenta una industria algo más competitiva es en la marroquinería. A esto se sumó la sequía que afectó al campo durante la primera mitad del año, uno de los rubros que más comercializa este tipo de objetos.

Sin embargo, esta recesión del mercado no caló igual en todos los sectores. Según apuntó Camerano, los productos de alta gama, generalmente destinados a marcas del segmento ABC1, mantuvieron sus volúmenes habituales. Este grupo incluye mochilas Wanger con baterías incorporadas, sillones plegables para playa y equipos de audio. En cambio, el sector más bajo sí tuvo una sensible disminución en la demanda; relojes de escritorio, anuarios y agendas ya no tienen el éxito que tuvieron en otros años.

En cuanto a los clientes, aunque hay un amplio abanico, el empresario destacó la fuerte presencia de los clubes e instituciones deportivas, quienes suelen tener tu propio merchandising y ropa identificada. También mencionó al automovilismo, que no sólo abarca los objetos identificados con los equipos de competición, sino también con las marcas de sus sponsors. Por último resaltó la demanda que proviene de las ferias, eventos corporativos y congresos profesionales, en los que no suelen faltar este tipo de productos.