Acceder al financiamiento depende, en gran medida, de una carpeta crediticia ordenada. Así se observa en el tratamiento que están teniendo las pymes en medio de la emergencia por parte de los bancos, que demoran el otorgamiento de las líneas con tasa del 24% impulsadas por el Estado nacional para el pago de salarios.
“Estos créditos se anunciaron hace un par de semanas y recién en estos días se terminarán de implementar en casi todos los bancos. Hay entidades que son más ágiles y están más predispuestos a ayudar a las empresas que otras”, comentó a ON24, Damián Sottile, gerente de la Federación Gremial (FECOI) de Rosario, que puso a disposición un formulario online para que las compañías puedan dejar un registro de los problemas que van teniendo para conseguir estas líneas de crédito.
Según Sottile, “no hay un aluvión de consultas, pero sí hay muchas empresas que están teniendo dificultades”. Por ello, desde FECOI intentan intermediar con los bancos para acelerar el otorgamiento, que resulta imperioso en este contexto.
“Para asistir a las empresas es necesario que tengan la carpeta y el descuento de nómina en un banco determinado. Es imposible tramitar este crédito en un banco en el que no tengas una cuenta ni tu nómina”, subrayó. Y amplió: “Los primeros que han obtenido los créditos son aquellos que tienen la carpeta impecable. A los que les falta algún papel es más complicado”.
Además de las complicaciones por el criterio de los bancos a la hora de otorgarlos, Sottile advirtió que el hecho de que las entidades no tengan a todos sus empleados a su disposición por la cuarentena también es un motivo de demora. Al igual que la tardanza de la implementación del Fondo de Garantía Argentino (FOGAR), del que dependían las garantías automáticas para concretar el otorgamiento.
“CARPETA MANCHADA”
Según escribió en Ámbito el empresario y economista Gustavo Lazzari, la reticencia de los banco a otorgar crédito al sector productivo no es nueva.
“El estado comenzó en 2017 a absorber el crédito local. Así el débil sistema financiero que representa apenas 15% del PBI (versus el 115% en Chile) se orientó a financiar casi exclusivamente al estado, su cliente principal. Las tasas de interés resultaron lapidarias para las empresas. En varios meses de 2019 la tasa de interés por préstamos en descubierto (sin acuerdo) llegó al 107%”, apuntó .
En este contexto, según Lazzari, hay dos dilemas innegables. 1) Las pymes están forzadas a no facturar. (Las “exceptuadas” facturan al 30% de su capacidad, lo cual a estos efectos es lo mismo). 2) El BCRA y los bancos no tienen premisas ni respuestas para “carpetas manchadas”.
“Con carpetas limpias o manchadas los empleados deben cobrar y las empresas deben seguir proveyendo bienes y servicios. El pago de salarios es la salvaguarda de la cuarentena”, concluyó.
REDACCIÓN ON24
Por Mariano Fortuna / m.fortuna@on24.com.ar