El viernes pasado el gobierno provincial lanzó la “Ventanilla Única de Inversiones”, una herramienta que apunta a simplificar, acortar los tiempos y desburocratizar los trámites.
A la hora de la presentación, Maximiliano Pullaro expresó enfático: “Les aseguro que, de ahora en más, ninguna inversión en Santa Fe se nos va a escapar”, palabras que sonaron con beneplácito entre los empresarios presentes en el acto.
Se sabe que otras provincia, por caso Córdoba, cuentan con altas ventajas competitivas a la hora de atraer inversiones y los santafesinos siguen de cerca las políticas públicas de Martín Llaryora.
Si bien la Ventanilla Única apunta a grandes inversiones de múltiples sectores (parques industriales, acopios de granos, feed lots,..) las urbanizaciones son los desarrollos más sensibles a la hora de afrontar un proyecto que debe interactuar con diferentes áreas de gobierno para lograr las aprobaciones hídricas, medioambiental, así como los servicios públicos de luz y agua.
Según los números presentados por la provincia, las futuras urbanizaciones y las que se encuentran en plena etapa de aprobación, se verán favorecidas con 52 interacciones menos, contando con un ejecutivo de cuentas a cargo de la admisión de la documentación requerida.
Pero más allá de la profunda reestructuración presentada por el gobierno, levanta las expectativas de los desarrolladores, la designación de Mauricio Basso para la puesta en marcha de la nueva herramienta.
Oriundo de Casilda, Basso es hombre del sector privado, y entre las fuentes consultadas, muchos integrantes de la CUP -Cámara de Urbanizadores de la Provincia de Santa Fe-, reconocen en el funcionario una clara comprensión de la problemática empresaria.
“Es un hombre con mucho sentido común. Entiende que no pretendemos nada que esté fuera de la ley, y que hay cuestiones técnicas, objetivas que son necesarias discutirlas a ese nivel y no político”.
En este sentido, uno de los principales desafíos no radica en la actuación de una repartición específica, sino en la interacción fluida y eficiente entre las distintas áreas del Estado, como Hidráulica, Medio Ambiente, Aguas Provinciales y otras dependencias. “La Ventanilla Única es un paso clave para agilizar los procesos, pero es fundamental avanzar hacia un cambio de paradigma que permita alinear los tiempos administrativos con las necesidades del sector productivo. Este cambio debe basarse en un consenso entre el sector público y privado, donde el Estado mantenga su rol regulador, garantizando el cumplimiento de las normas, y los desarrolladores encuentren un marco ágil que preserve la viabilidad económica de los proyectos. Lograr este equilibrio no solo beneficiará a los inversores, sino que también permitirá trasladar esos beneficios al consumidor final, facilitando el acceso a viviendas y terrenos industriales en mejores condiciones y tiempos”, analizan desde la CUP.