Ford realizó la develación global del nuevo Fiesta que no cambiar mucho, al menos lo que hizo exitoso al modelo, pero refuerza todo lo que ha envejecido durante la vida del modelo saliente..
Su exterior, por ejemplo, mantiene el estilo vigente a tal punto que desde el frente cuesta mucho distinguir al nuevo Ford Fiesta de anterior, al menos hasta que miramos los detalles, como los paragolpes, grupos ópticos y tramado de la parrilla. En la zona posterior es donde se ven los cambios más dramáticos, especialmente en el conjunto lumínico, reemplazando la configuración vertical por una más tradicional de forma horizontal.
Además, la nueva generación del Ford Fiesta ha crecido un poco en todos los sentidos. algo que se agradece puesto que la encarnación saliente es de las más pequeñas en habitabilidad.
Ford también quiere que el Fiesta sea el auto más tecnológico y seguro de su segmento; por eso, según versión, equipará un asistente de pre-colisión con detección de peatones, asistente activo de estacionamiento, control crucero adaptativo, monitor de punto ciego, y programa de mantención de carril, entre otros.
Sumándose a la fiesta de tecnología, el interior recibe el sistema de multimedia SYNC 3 con una pantalla flotante táctil de 8”. Alrededor de esta pantalla, todo es completamente nuevo, con un claro cambio en diseño y materiales de mejor calidad. El cambio en diseño interior toma algunos elementos que hemos visto en el facelift de la EcoSport en su entrada al mercado norteamericano.
La oferta de motores contempla varios derivados del premiado tricilindrico de Ford incluyendo versiones aspiradas y turbo. Como novedad, el nuevo 1.0 EcoBoost será el primer tricilíndrico del mundo con desactivación de cilindros, para una mayor economía.
El nuevo Ford Fiesta viene acompañado de cuatro versiones; el modelo Titanium, el ST Linede corte más deportivo, el super lujoso Vignale y una inédita -pero esperable- versión tipo crossover, el Active.