Ford Argentina amplió la oferta de la pickup Ranger, que ahora ofrece 16 versiones en su catálogo. Además, atento a la evolución del segmento, presentó una mejora mecánica en las versiones con motorización Puma TDCi de 4 cilindros y 2.2 litros, que ahora entrega 150 CV de potencia (antes, 125 CV) a 3.700 rpm, y 375 Nm de torque (antes, 320 Nm) entre 1.500 y 2.500 rpm. Esto se logró mediante la incorporación de un turbo de geometría variable.
Por esa razón, resultó interesante el contacto que Ford nos propuso con la versión de Ranger posicionada casi en la mitad del catálogo: el potenciado motor 2.2, con nivel de equipamiento XL –el de entrada a gama, por debajo de XLS, XLT y Limited–, en Cabina Doble y con tracción 4×4. Un combo que, con vigencia a enero de 2018, cotizaba a $671.700. Es decir, también casi a mitad de camino entre la versión más accesible (XL Cabina Simple 4×2 2.5 Nafta, de $461.700) y la tope de la gama (Limited Cabina Doble 4×4 3.2 Diésel AT, de $948.500).
La versión en cuestión está orientada claramente al trabajo, pero en especial a quienes necesitan incursionar fuera del asfalto, apoyándose en la doble tracción, lógicamente con reductora incluida. Un producto pensado para quienes trabajan entre zonas urbanas y rurales, o directamente dentro de un campo, con la necesidad de combinar capacidad de carga y tracción con ocasionales pasajeros en las plazas traseras.
La 2.2 Diésel XL 4×4 Cabina Doble, es un producto robusto, bien concebido para el trabajo diario y para el ocasional maltrato al que muchas veces deben someterse estos vehículos. Nos sorprendió la mejora en la respuesta del motor, que ahora con más potencia y torque muestra una “salida” más contundente desde “abajo”. Y todo eso, sin descuidar los consumos. En una medición a 100 km/h constantes y reales, con el motor girando en sexta marcha a 2.000 rpm (la transmisión es manual), el gasto fue de 8,1 litros de gasoil cada 100 kilómetros. Y en ámbito urbano, la ecuación arrojó 11,2 litros/100 km, un valor ciertamente contenido.
A nivel equipamiento, la 2.2 Diésel XL 4×4 Cabina Doble propone una dotación adecuada, aunque en términos de confort habría ciertos clientes que, según comentan desde concesionarios del óvalo, demandan faltantes que recién encuentran en el nivel denominado XLS, aunque en ese caso ya asociado al motor Puma TDCi de 5 cilindros, 3.2 litros y 200 CV, lo que encarece más el precio (trepa exactamente a $748.000).
En seguridad, lo más destacado de esta versión probada son los tres airbags (frontales y de rodilla para conductor), controles de estabilidad, tracción y anti-vuelco; control de descenso y asistente de partida en pendientes; y control de balanceo de trailer y de carga adaptativo, entre otros.
En cuanto a confort, la propuesta consiste en aire acondicionado, dirección hidráulica, cierre centralizado y automático en rodaje, conexión a modo 4×4 en movimiento (“Shift on the Fly”), y equipo de audio con CD-MP3, USB y Bluetooth. Los “faltantes”, que sí ofrece el nivel XLS –pero como aclaramos, sólo asociado al motor de 200 caballos– son los alzacristales y espejos eléctricos, ajuste en altura de butaca del conductor (sólo regula en altura en volante), sistema de conectividad SYNC con comandos al volante; y control de velocidad crucero.
Hay que aclarar también que la unidad específica que probamos estaba equipada con cinco ítems opcionales: lona marina; cobertor de caja; traba antirrobo para rueda de auxilio; estribos laterales y caja portaobjetos (2) debajo de asientos traseros.
En resumen, así es la propuesta de la Ford Ranger para quienes buscan un producto orientado netamente al trabajo, con doble tracción y ahora, con la ventaja de un motor potenciado que pese a eso no descuida los consumos.
Fuente: carsmagazine