Nissan Murano 3.5 V6 Exclusive

Este modelo que nació en 2003 busca diferenciarse principalmente con el diseño, ya que en el segmento donde se desenvuelve, la calidad, la amplitud y el confort son un denominador común.

Fabricado en los Estados Unidos, se trata de una renovación total del modelo que llegó por primera vez a la Argentina en 2009 y que tuvo su restyling tres años después.

Como una de las principales características, mantiene una trompa que forma un ángulo muy pronunciado para darle al vehículo una imagen aerodinámica (tiene un coeficiente Cx de 0,31).

Hablando de velocidad

Aquí se comercializa en una sola versión, cuyo motor es un 3.5 V6 de 252 CV y entrega un torque máximo de 33,1 kgm. Este impulsor se viene usando desde la primera generación, aunque en ese entonces la versión ofrecía 234 CV. Así, con este seis cilindros aspirado, en las pruebas alcanzamos una velocidad máxima de 211,9 km/h y aceleramos de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos.

Esta última cifra nos da la pauta de la soltura con la que se desenvuelve en ciudad, mérito compartido entre el impulsor y la caja CVT, que siempre respondió sin retardos y a las revoluciones apropiadas. El tiempo que demoró para llegar a los 120 km/h desde los 60 y 80 km/h (7,6 y 5,4 segundos respectivamente), habla a las claras que, a pesar de su peso (1.840 kg), tiene la suficiente reacción para realizar sobrepasos con absoluta confianza.

La CVT X-tronic colabora, además, para que a velocidades legales (130 km/h en algunas autopistas), el cigüeñal gire en torno a las 2.000 vueltas. Por eso, gracias a la mejorada aerodinámica (Cx 0,34 en el anterior) y el menor peso respecto a su antecesor (1.920 kg, aquel), además de la incorporación del sistema de arranque y parada automáticos del motor, según el fabricante la economía en combustible mejoró en un 28 porciento.

Nuestra realidad dice que en ciudad el rendimiento es de 7 km/l; en ruta, a 90 km/h, 12,9 km/l y a 120 km/h, 10,9 km/l; eso nos da un promedio de 10,3 km/l, es decir, un 10 porciento mejor que los resultados obtenidos en la prueba anterior, publicada en la edición 373 de Parabrisas, de noviembre de 2009.

Como en aquél caso, el motor del Murano se sigue destacando por la baja rumorosidad.

Con firmeza

Este SUV cuenta con un chasis bien equilibrado y neumáticos “extra large”, medida 235/55 con llantas de 20 pulgadas. De esta manera, además de proporcionar un buen confort en ciudad, en la ruta el andar se muestra muy estable.

Asimismo, el avanzado sistema de tracción integral inteligente garantiza tracción en el lugar y momento justo, minimizando la sobre o subvirancia, especialmente en superficies de poca adherencia, aunque en la ruta puede desplazarse traccionando solamente con las ruedas delanteras, disminuyendo así fricciones que elevarían el consumo.

Lejos de tratarse de un vehículo para el off road extremo, los modestos ángulos de entrada (13,8º) y salida (24,4º), el despeje (17,6 cm), más el denominado All Wheel Drive (AWD), que no ofrece baja, en aquel sentido sirven apenas para animarse a llegar a lugares donde no iríamos con un vehículo “normal”. A pesar de contar con asistencia eléctrica variable, la dirección resulta bastante pesada y su respuesta no es tan directa como nos gustaría.

Amplitud

Con casi 4,9 metros de largo la figura de este representante de la marca nipona para los SUV del segmento grande o E, sobresale también por su generoso espacio interior y baúl (428 litros). Bien insonorizado, el habitáculo presenta butacas muy cómodas adelante y atrás. Las posteriores son versátiles, ya que, además de la posibilidad de abatir y volver a su lugar los respaldos de manera automática desde el baúl y el puesto de conductor, se reclinan unos buenos grados. Ese sector también presenta una generosa distancia para las piernas.

Más allá de su amplitud, los asientos están inspirados en un diseño de los científicos de la NASA, logrando una disminución de la sensación de cansancio, pesadez y fatiga cuando se permanece sentado durante largos periodos de tiempo. En cuanto a la posición de manejo, el conductor cuenta con una gran cantidad de comandos eléctricos, tanto para la butaca como para el volante. Dispondrá, además, de dos memorias y ambos (butaca y volante) se desplazan automáticamente cuando se enciende o se corta el contacto, para facilitar así el ascenso y el descenso del vehículo.

A full

De serie trae como destacado, llantas de 20 pulgadas, tapizado de cuero, techo panorámico corredizo, portón trasero de apertura automática, asientos delanteros calefactables, acceso y arranque “sin llave”, equipo de audio Bose y encendido remoto del motor. Curiosamente, el navegador está ubicado en el retrovisor central; cuando está activo anula casi la mitad de la superficie, además es chico, confuso y distrae al conductor. Por el contrario, los instrumentos analógicos y la gran pantalla en el centro del tablero ofrecen información clara, completa y precisa.

Dudas a despejar

El ítem de seguridad merece un análisis especial, ya que el Murano viene muy bien equipado (siete airbags, control de tracción y estabilidad, luces delanteras led, rompenieblas delanteras y traseras, ABS con asistencia y distribución electrónica de frenado). Por su parte, a través de la pantalla color central de 7” se puede visualizar las imágenes de las cuatro cámaras con las que se visualiza la reversa y todos los alrededores del vehículo.

Además, cuenta con detectores de objetos en movimiento, alerta de cruce de tránsito trasero y testigo de ángulo ciego. A pesar de todo esto, el Murano obtuvo una muy baja calificación (dos estrellas de cinco) en las pruebas de choque frontal que realizó el programa de evaluación de vehículos nuevos, Latin NCAP. Al respecto la firma aclara que el Murano ha tenido un rendimiento excelente en todas las pruebas desarrolladas por otras organizaciones globales y su propio centro de información.

Y como sponsor de ésta prueba específica, la firma japonesa colabora con la Latin Ncap para comprender las discrepancias. Al mismo tiempo, la empresa señala que cuenta con un control de procesos de altísima calidad capaz de detectar y corregir cualquier inconveniente.

Saladix

Esta única variante Exclusive cuesta 1.480.000 pesos, unos 93.000 dólares. Con un precio de alrededor de 40.000 dólares en su país de origen, sin duda aquí es muy caro para una marca generalista, teniendo en cuenta que un Audi Q5 3.0 TFSI de 272 CV (más chico y de la generación anterior) se consigue desde 83.200 dólares, un Mercedes-Benz GLC 300 de 241 CV (también más chico) vale 91.800 dólares o un BMW X5 35i de 306 CV, cuesta 119.900 dólares.

Pero su rival más directo en nuestro mercado es el Jeep Grand Cherokee Limited 3.6 V6 Pentastar de 290 CV, cuyo valor es de 91.800 dólares. De esta manera queda claro que el mayor diferencial del Murano es el diseño, apoyado con la confianza que puede ofrecer una marca japonesa a la hora de la calidad de sus productos y el servicio de posventa.

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