La industria de los automóviles autónomos tenía su siguiente paso lógico en las implementaciones relacionadas con el transporte público. En este sentido, Mercedes Benz ha ido un paso más allá del dado por empresas como Uber, por ejemplo, al encarar un proyecto mucho más ambicioso que el de un simple automóvil: el desarrollo de un ómnibus que prescinda – por lo menos de manera parcial – del conductor.
Future Bus es el nombre del programa que acaba de cumplir su primer gran objetivo, recorrer más de 20 kilómetros de ruta. Si bien no se compara con los miles de kilómetros recorridos por los vehículos autónomos de Google, significa un verdadero avance en los planes de Mercedes Benz. El camino recorrido unió el aeropuerto internacional Schipol de Amsterdam con la localidad de Haarlem, en un trayecto que incluyó numerosas curvas, túneles y semáforos.
Las leyes de tránsito locales establecen que los ómnibus deben tener una persona lista para tomar el control en caso emergencia, pero el fabricante aclaró que toda la tecnología extra incluida en el vehículo hace que el viaje final sea más seguro y eficiente.
El software utilizado para propulsar el Future Bus es una adaptación del utilizado en los camiones de la compañía y es capaz de reconocer todos los objetos del camino, como así también paradas de pasajeros. La velocidad máxima está limitada a 70 kilómetros por hora, lo que asegura un viaje mucho más tranquilo para los pasajeros.
Por el lado de la conectividad, el bus puede usar la infraestructura de red de la ciudad y así recibir información de los semáforos. Al mismo tiempo, funciona como un “recolector de datos”, permitiendo a los municipios detectar donde existen baches, ya que los reporta directamente a la central.
Por ahora, no existen planes de comercialización de un vehículo de estas características por parte de Mercedes Benz. Sin embargo, se trata de un paso necesario e importante para aplicar en el mediano plazo esta tecnología en los ómnibus que actualmente ofrece en varios mercados del mundo.