Los problemas para Volkswagen no cesan y cada vez le cuestan más. Un juez brasileño condenó a la filial local a pagar más de un billón de reales a 17 mil dueños de pick ups Amarok fabricadas en Argentina.
Hace poco más de dos años, la empresa alemana reconoció el uso de software fraudulento para falsear los datos de emisión en vehículos con motores diésel. Desde entonces, la situación empeoró y aparecieron consecuencias en todo el planeta.
Ahora el turno es para VW Brasil. El juez Alexandre de Carvalho Mesquita, del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, sancionó a la filial local con más de R$ 1 billón producto de una pericia sobre las Amaroks fabricadas en nuestro país.
Más de 17 mil unidades de la versión 2.0 TDI, vendidas en el vecino país entre 2009 y 2013, están afectadas por el Dieselgate. Los propietarios recibirán 54 mil reales por daños materiales y otros 10 mil por daños morales.
Todas las camionetas involucradas fueron llamadas para un recall en abril. Para cerrar la sanción, Volkswagen deberá pagar un millón de reales al Fondo Nacional de Defensa del Consumidor.
El historial de la filial brasileña incluye otro castigo, entonces de R$ 50 millones, por comercializar el mismo motor fraudulento que se empleó en Europa y EEUU. Fue el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA) quien ejecutó la pena entonces, y ahora también investiga si las Amaroks más nuevas, de 2013 al presente, también poseen el software alterado.
La propia automotriz, a través de un comunicado, informó que apelará la medida, aunque los pasos a seguir del IBAMA hacen parecer estériles los esfuerzos. En el futuro restará conocer en qué situación quedará Volkswagen Argentina, otra involucrada en los problemas del gigante alemán.