Esta semana se cumplieron 5 meses desde el incidente industrial de Atanor, en el sector dedicado a la producción de herbicidas.
La empresa ubicada en San Nicolás acaba de despedir a 15 empleados de planta que forman parte de 130 trabajadores suspendidos desde marzo pasado, fecha de la explosión.
Mientras tanto la industria está a la espera que la Justicia determine las causas y asegure las condiciones de seguridad necesarias para el regreso a la actividad.
Tras el incidente, la jueza en lo Correccional de San Nicolás, Luciana Díaz Bancalari, hizo lugar a una medida cautelar solicitada por la ONG Foro por el Medio Ambiente (Fomea), que argumentó el daño en el ambiente y en los vecinos por el material liberado en la explosión.
Desde entonces, la jueza mantiene la clausura de la planta y solicitó una serie de medidas de prueba e información a la compañía que se espera en los próximos días le permitan determinar la posibilidad de retornar o no a la operación productiva en adecuado marco de seguridad.
A la espera de alguna definición, “la empresa mantuvo estos cinco meses un programa de crisis en que suspendió 130 trabajadores a los que pagó el 75% de sus salarios, un proceso acordado con los representantes gremiales que vencía esta semana”.
Hace dos semanas se inició un proceso de retiro voluntario al que se adhirieron nueve personas, además no se renovaron siete contratos temporales y hoy se dieron a conocer 15 desvinculaciones o despidos.
“Hay muchos productos que la compañía fabrica que podrían ser retomados sin afectar la zona donde se produjo el incidente” se aseguran desde la compañía, remarcando que en rigor, toda la planta se encuentra en condiciones para volver a operar.
