Arte + café: el boom de los bares para pintar en Rosario

Una nueva tendencia gana terreno en la ciudad: espacios donde el arte y la gastronomía se encuentran para ofrecer experiencias distintas, relajadas y creativas

En Rosario, pintar ya no es solo cosa de talleres o estudios especializados. Hoy, cada vez más bares y cafeterías invitan a los rosarinos a vivir una experiencia diferente: merendar, socializar y, al mismo tiempo, crear arte con sus propias manos. En estos espacios, pincel y taza de café conviven, dando lugar a un fenómeno en auge que redefine el concepto de salida cultural.

Uno de los pioneros en esta movida fue Te Quiero con Limón y Sal, un bar temático ubicado en Santa Fe 6750, que propone desayunos y meriendas acompañados de sesiones de pintura. Allí, los visitantes pueden elegir entre esculturas en diferentes tamaños o bastidores impresos, y contar con todos los materiales para decorar a gusto. “La idea es que cualquiera pueda pintar, sin necesidad de experiencia previa. Solo ganas de disfrutar y liberar la creatividad”, cuentan desde el espacio.

Además, la propuesta gastronómica acompaña con productos artesanales, opciones para celíacos y hasta menú keto. La atmósfera íntima, con mesas pensadas para compartir o disfrutar en soledad, convierte a este lugar en un favorito tanto para quienes buscan relajarse, como para quienes quieren celebrar un cumpleaños diferente en su Espacio Fluor, especialmente pensado para grupos.

Otro lugar que se suma a esta tendencia es Pottery Art Café, que desembarcó en el interior de Vrinda Rosario (Salta 1506) con una propuesta donde la cerámica es protagonista. La experiencia incluye la elección de una pieza a pintar —puede ser una taza, un cuenco o una figura decorativa—, materiales incluidos y la posibilidad de llevarte tu obra terminada.

Lo que distingue a Pottery es la ambientación natural y serena de Vrinda, con luces cálidas, plantas, y una carta con opciones veganas, vegetarianas y sin gluten. La experiencia se reserva con antelación vía WhatsApp y suele agotarse rápido, una señal clara del interés que despierta esta fusión entre arte y gastronomía.

Para quienes prefieren una experiencia nocturna y más social, Break Art organiza eventos itinerantes en distintos bares de Rosario. La dinámica es simple: llegás, elegís tu trago, te sentás frente a un lienzo y comenzás a pintar con la guía de un artista anfitrión. La propuesta, ideal para grupos o after office, se renueva en cada edición y suele publicarse en sus redes.

Más allá del plan creativo, lo que buscan quienes asisten es una experiencia descontracturada, donde lo importante no es el resultado final, sino el proceso de creación compartida.

En tiempos donde las experiencias valen más que los objetos, estos bares ofrecen un oasis urbano para desconectar, reconectar con lo manual y expresarse sin presiones. No se trata de lograr una obra maestra, sino de disfrutar el momento, pintar sin juzgarse y, si se puede, compartir una rica merienda o un buen café.

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