Por una cuestión de morbo social, las malas noticias pegan más fuerte en la repercusión masiva, que las buenas. Sin embargo en este nuevo tiempo que vive la Argentina, la mezcla mediática empieza a mostrar novedades positivas interesantes en la información real de las empresas.
Sobre el final del ‘24 fue tapa el anuncio de caída en default de grandes firmas del sector agropecuario, se habló de Los Grobo, Agrofina y Surcos, gusta mucho la palabra “crisis” a los agoreros de siempre y van a pedirle plata al Estado.
También fue mencionada la firma “ALZ semillas”, parte del grupo ALZ Agro con “perspectiva negativa” por parte de una calificadora de riesgo -FIX-, por caída en sus ventas y vencimientos de deuda a corto plazo por 17 millones de dólares.
Lo cierto es que, ante la consulta del medio nacional Ámbito, desde la compañía de capitales nacionales fueron contundentes: “No estamos en estrés financiero y vamos a cumplir con todos nuestros compromisos de deuda”, aseguraron.
En concreto, el informe de Fix distinguía que la empresa mantenía su calificación de riesgo en A-(arg), pero que, ante el contexto general del sector y particular de la empresa, le asignaba en paralelo “Perspectiva negativa”. Entre los fundamentos se destacó que ALZ Semillas, con ingresos por u$s13 millones a septiembre de 2024, contabilizando el período parcial de seis meses, sufrió una caída interanual del 59%, atribuida a una reducción en el área sembrada de maíz y a condiciones climáticas adversas. En este marco, a septiembre su deuda ascendía a u$s18 millones, con u$s17 millones concentrados en el corto plazo exhibiendo una liquidez más ajustada.
De todas formas, según información de gestión al 12 de diciembre de 2024, la compañía reportó caja e inversiones corrientes por u$s10 millones, sumados a líneas disponibles con bancos por u$s12 millones. Asimismo, la empresa cuenta con la posibilidad de concentrar deuda comercial con su principal proveedor de semillas por hasta u$s25 millones a 365 días de plazo.
En qué quedamos…bien o mal?
En este contexto Wenceslao Schimmel, gerente financiero de ALZ Agro, remarcó: “En ese informe de gestión a diciembre queda en evidencia que tenemos la flexibilidad financiera para hacer frente a todos nuestros vencimientos de deuda. Por otro lado, Fix hizo un corte por el período de seis meses de nuestro ejercicio en septiembre y, si bien es cierto que las ventas mostraron una caída muy significativa, esto fue también por una cuestión particular de la campaña, que fue muy distinta a años anteriores. El productor demoró la compra de agroinsumos por diversas razones, que fueron desde el cambio de gobierno hasta la posibilidad de una devaluación que después no se concretó. Lo cierto es que quedará en evidencia al final del ejercicio en marzo que terminaremos con una caída de ventas de entre el 10% y el 15% producto de la caída del área de siembra de maíz por efecto de la plaga conocida como la chicharrita“.
Al Mercado de Capitales
Por su parte, Luis Pérez, socio fundador y director de marketing del grupo ALZ Agro, detalló: “Nosotros no participamos en el segmento de negocios de los agroquímicos, somos solo canal de venta a comisión y estamos enfocados en la producción y comercialización de semillas. Son dos negocios distintos. Todo lo que es agroquímicos y fertilizantes tiene un margen muy acotado y hay que saber manejarlo porque el riesgo es muy alto. Otra cuestión importante es que recurrimos en 2023 al mercado de capitales porque era muy conveniente; era más barato que financiarnos con nuestro proveedor, que a su vez nos daba un descuento por pago al contado. Y eso hicimos: lo recaudado de la ON lo utilizamos para pagarle a nuestro principal proveedor. No fue para expandirnos o apalancar inversiones”.
Estrategia conservadora
En este contexto, Pérez remarcó que, pese a los ajustes en los flujos de caja, la empresa mantiene una estrategia financiera conservadora: “Desde nuestra fundación en 2008, hemos priorizado el cumplimiento con proveedores y socios financieros. Esta reputación nos ha permitido mantener acceso a crédito en condiciones favorables, incluso en un año como este”.
Consultado sobre el contexto sectorial, Pérez explicó: “El mercado global muestra precios bajos en commodities como la soja, lo que afecta a toda la cadena agropecuaria. Sin embargo, estamos viendo oportunidades en segmentos como los biocombustibles. Por ejemplo, el ingreso al mercado de la colza es un paso importante para nosotros debido a su demanda creciente en Europa”.
Perspectivas de recuperación
Ambos directivos coincidieron en que el 2025 presenta condiciones para una recuperación. “Esperamos que el área sembrada de maíz se recupere tras la caída significativa del 2024. Este cultivo es fundamental para nuestro portafolio y confiamos en que la demanda volverá a niveles previos”, expresó Schimmel.
A su vez, Luis Pérez destacó la importancia de la diversificación: “Estamos fortaleciendo nuestra oferta con nuevos cultivos como girasol, sorgo y colza. Además, lanzaremos híbridos adaptados para responder a las necesidades del mercado y mejorar los rendimientos del productor”.
Bajar las retenciones
Por último, Pérez también reflexionó sobre los desafíos del sector: “El agro enfrenta una carga impositiva muy alta, especialmente con las retenciones. Esto distorsiona la competitividad de los cultivos y reduce los incentivos para invertir. Esperamos que el gobierno tome medidas para alinear la carga fiscal con las necesidades del sector”.
Schimmel complementó: “En el ámbito global, las multinacionales también están viendo una disminución de rentabilidades. Esto nos obliga a ser más eficientes y a optimizar nuestras operaciones, manteniendo siempre el foco en la sustentabilidad y la tecnología”.
Entonces, hablamos de malas o de buenas noticias para el agro y sus empresas, depende hasta dónde se profundiza la info para entender que es un momento clave este verano para la reflexión y definir el nivel de confianza en que realmente estamos ante un nuevo tiempo de la economía argentina