El agribusiness comienza a generar el efecto de llamada que tanto aspira el Gobierno. La empresa brasileña BRF lo acaba de confirmar con el anuncio de inversiones de US$ 292 millones para ampliar su huella productiva en el país en 2016. La inyección de capital es parte de un plan global de inversiones de US$ 700 millones. La cúpula directiva de BRF, con presencia en 120 países del mundo, que emplea a 105.000 personas, cuenta por qué la meta es mucho más que el mercado argentino.
“Hoy somos el número 7 en el rubro de alimentos en el mundo (pollo, cerdos, carne vacuna y derivados entre otros). Pero nuestro objetivo no es subir en la escala sino ser los mejores. Es muy simple. Y para eso, el momento que atraviesan Brasil y la Argentina es uno muy especial”, indica Albilio Diniz, chairman del board de la firma que, en 2015, facturó US$ 5.500 millones y es el número 1 en producción y exportación de pollo a nivel global.
BRF está presente en la Argentina desde 2011. Hoy produce en ocho plantas, una de ellas en Arroyo Seco (Santa Fe), con una planta en Río Cuarto (Córdoba) en standby. El año pasado cerró un raid de M&As por US$ 400 millones, que le significó convertirse en propietario de varias marcas emblemáticas, como Paty, Dánica, Vieníssima, GoodMark o Delicia, entre otras. La compañía que resultó, en 1992, de la fusión de las brasileñas Perdigao y Sadía, se convirtió en el segundo operador de carne porcina del país.
“El año pasado, hicimos una apuesta que se basaba en la esperanza de que la Argentina iba a cambiar y por eso, hoy, estamos muy contentos con el resultado que vemos que se está generando en el país y con el inicio del Gobierno de Mauricio Macri”, comenta Diniz. “Compartimos con el presidente Macri, la visión del potencial de la Argentina en Agrobusiness es inmensurable, porque hoy ya no se trata de exportar solo Soja, sino alimentos”, resume.