En este nuevo ajuste se han sumado 65 mil ha más en Buenos Aires y en Córdoba. Entre Ríos también se apunta con 20 mil ha más. Solo hay un pequeño descuento de 12 mil ha en San Luis. De esta forma se afirma Buenos Aires como la provincia que más trigo suma a sus rotaciones. Dejando atrás dos años en que las lluvias le jugaron una muy mala pasada, esta vez sembrará 2,59 M, un 27% más de área triguera que el año pasado. Las 65 mil ha que se agregan en Córdoba en áreas de la franja este, la dejan solo a un punto debajo de la superficie del ciclo pasado.
Mes a mes siguen sucediéndose las buenas noticias para el cultivo con un clima que está acompañando sus posibilidades comerciales. Tras un mes frío y seco como junio, julio mantuvo la impronta de ingresos de masas de aire frío pero con entradas de humedad más frecuentes desde el este, las lluvias retomaron su papel. Y lo ha cumplido de acuerdo a lo que se espera según su estadística. El patrón invernal de lluvias es elocuente, el este de Buenos Aires y Entre Ríos son los sectores que recibieron los mayores montos. La circulación del este fue mucho más activa en julio, con lluvias puntuales que superaron los 100 mm. Hacia el centro de Buenos Aires, las lluvias dejaron acumulados de 60 a 70 mm. Las lluvias tambien alcanzaron a La Pampa. Esta provincia recibió entre 30 y 60 mm que han sido más que bienvenidos para cumplir con los planes de siembra. Tambien el sudeste bonaerense, en especial la zona de Tres Arroyos, recibió un refuerzo hídrico que ha normalizado su situación. Sobre Córdoba y la franja oeste de Santa Fe las lluvias caen cómo cabe esperar en julio. De todas maneras los pocos milímetros que han precipitado y la escasa demanda atmosférica siguen manteniendo las reservas de humedad en sus suelos en niveles adecuados.
En la primera semana de agosto volvió a dominar el tiempo húmedo. La semana de lloviznas no ocasionó mayores problemas a diferencia de lo pasó en el 2017. Las lluvias mantienen excelentes condiciones de siembra para los cuadros que restan por implantar. Comparamos debajo, como se observaban las reservas de agua para una pradera permanente hace un mes atrás y cuál es la situación actual.
En Buenos Aires se ha implantado 2,4 M de ha de las 2,59 que se intenciona sembrar con trigo en este ciclo. Se proyecta un crecimiento de área del orden del 27% respecto del ciclo anterior, cuando hasta hace un mes era del 24%. Con 65 mil ha más que se incorporan, se afirma una recuperación del cultivo, que vuelve a los niveles de hace 10 años atrás, cuando se alzaba por encima de las 2,6 M de ha. En su principal bastión triguero, el sudeste bonaerense, se han incorporado 50 mil ha con nuevos planes trigueros, pasando a cultivar 930 mil ha con el cereal.
En la franja este de Córdoba se han anexionado 65 mil ha con trigo. Las áreas de mayor incremento se encuentran al sur de la provincia. De esta manera la siembra ha finalizado con un guarismo muy similar de área sembrada al del ciclo pasado, apenas con 15 mil ha menos. El cultivo crece en buenas condiciones, sin problemas de plagas con el frío que propicia el crecimiento radicular y altas tasas de macollaje.
La provincia de Santa Fe terminó su siembra triguera, concretando un importante aumento de área con más de 200 mil ha en este ciclo. De esta manera cultivaría 1,075 M de ha de trigo en este ciclo. El cultivo crece en muy buenas condiciones en todo su territorio.
En base a información brindada por el SIBER, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, habiéndose completado la siembra en la provincia de Entre Ríos, el trigo suma un 18% de área. La provincia entrerriana cultivará 350 mil ha en este año.
Es importante destacar de este ciclo del trigo 2018/2019, que hay importantes factores que están apuntalando un excelente crecimiento del cultivo:
—El régimen térmico de julio de 2018, como ha sucedido en junio, ha quedado por debajo de las medias históricas mensuales. Y esta tendencia no parece que vaya a interrumpirse en lo que resta de agosto. El frío, una gran variable del desempeño del cultivo, está alineado para expresar los más altos niveles de productividad del cultivo.
— No hay limitantes importantes de humedad. En el oeste cordobés empieza a marcarse la faltante, pero en niveles profundos del suelo se mantienen las buenas reservas.
- Los controles de malezas y las refertilizaciones se están haciendo con eficiencia, haciendo uso de la mejor tecnología disponible. Los niveles de fertilización encuestados indican dosis iguales o mayores a los utilizados en el año pasado.
—La condición del cultivo que se releva en las principales provincias de la región pampeana indica que la condición buena a muy buena prevalece.
Si bien los guarismos de superficie del trigo 2018/2019 seguirán revisándose mensualmente, hasta llegar a la configuración final, en el presente informe se estima un área total de 6,32 millones de hectáreas. Este guarismo es un 16% superior a los 5,43 millones de hectáreas cultivadas en la campaña anterior.