Los efectos del coronavirus siguen latentes en todos los mercados del mundo, más allá de ciertos comportamientos positivos que se observaron en algunos precios esta semana. Tal es el caso del maíz, que tomando como referencia el mercado de Chicago, subió un 1,5% siguiendo la tendencia alcista del petróleo ante signos de recuperación de la demanda de combustible en Estados Unidos.
Además, hay cierto optimismo respecto a la Fase 1 con China y la semana que viene se reunirían representantes de ambos países para revisar los detalles del acuerdo.
Mientras tanto avanza la siembra a todo ritmo, con grandes progresos semanales y se encuentra muy adelantada frente a otros años. En el caso del maíz ya se sembró el 51% del área y para la soja ya se cubrió el 23% de la superficie, un 12% por encima de los promedios de los últimos cinco años.
El martes el USDA publica su informe mensual de mayo, que nos brindará información importante y cierta dirección en lo que se puede esperar para la próxima campaña.
Los más relevante será lo relacionado con la demanda. Y en este sentido hay varios aspectos a destacar:
- Por un lado, porque el USDA mostrará su postura respecto a China. Recordemos que los stocks en Estados Unidos vienen cayendo y si las exportaciones de soja a China se recuperan el balance será más ajustado en la próxima campaña, dando sustento a los precios.
- Por otro lado, la situación del maíz es opuesta a la de la soja, con un balance holgado y que podría complicarse aún más si la producción realmente crece y la demanda sigue cayendo.
Recordemos que un 40% de la producción de maíz de Estados Unidos se utiliza para etanol y con la caída del consumo probablemente quede más excedente del cereal, sumado a la menor utilización como forraje, reafirmando los fundamentos bajistas. En las estimaciones previas al reporte el mercado anticipa un crecimiento del 60% en los stocks de maíz!
El USDA también brindará proyecciones sobre la producción en Sudamérica, pero no es un dato crítico porque las cosechas ya están prácticamente definidas, salvo el maíz tardío en Brasil, que está atravesando su período crítico.
En el mercado local sólo la soja mostró cierta recuperación en los precios, aunque los mismos siguen en niveles muy bajos que no son atractivos para vender. Hay alternativas que permiten, a través del descuento de cheques, aprovechar las bajas tasas actuales y vender la soja diferida, pero cobrando hoy con un plus interesante por sobre el precio disponible.
El foco ahora está en la siembra de trigo y las intenciones apuntan a un crecimiento del área, con buenas reservas de humedad en muchas áreas. En las primeras estimaciones oficiales, la Bolsa de Buenos Aires proyectó una producción de 21 millones de toneladas, gracias a un aumento del 3% en el área y más del 7% en rinde.
Los precios del trigo de la nueva campaña se acoplaron a la caída externa. Hace menos de un mes el cereal alcanzó los u$s 170/175 lo que generó una ola de ventas. Hay declaradas poco más de 1 millón de toneladas, pero con las recientes bajas los precios dejaron de ser atractivos.
El trigo ahora depende de lo que pase con los cultivos en el hemisferio norte, donde están en pleno desarrollo, y de las medidas proteccionistas que puedan tomar los diversos gobiernos para resguardar sus reservas en caso de que la pandemia se prolongue en el tiempo.
Si miramos la relación stock/consumo en el mundo y sacamos a China e India (que producen mucho, pero lo auto consumen) la misma se encuentra en niveles promedio, pero con tendencia decreciente y de allí la importancia de seguir de cerca lo antes mencionado.
Y otro aspecto importante es definir nuestros precios de presupuesto que, al final de cuentas, serán los determinantes de las decisiones de ventas.
Equipo de Análisis de Mercados – FYO.