Uno que se adapta para incrementar la producción

El empresario Raúl González, del frigorifico San José de Feliciano, explica que la empresa se está volcando a una mayor faena porcina para adaptarse a los cambios de los consumidores y porque el troceo de la res vacuna, si se implementa tal como está planteado, dejará afuera a muchas empresas.

Raúl González compró en un remate el frigorífico San José de Feliciano en el año 92. La firma estaba en quiebra, se hizo cargo de las deudas y lo reactivó.

La planta es de tránsito federal y siempre estuvo abocada a la faena vacuna, pero en los últimos  años se produjeron dos hechos en simultáneo que cambiaron el perfil de su negocio.

En 2020 sus hijos Ana María y Rafael Agustín, hoy de 26 y 23 años, ella contadora y el estudiante de ingeniería, se sumaron al manejo de la empresa. “Que vivan este trabajo con la misma pasión y que lo puedan heredar me llena de felicidad” dijo Raúl.

Al mismo tiempo, se decidió incorporar la faena de hacienda porcina. Un cambio acorde con la tendencia de la demanda que pide cada vez más esta carne de calidad pareja y que se consigue a precios más bajos que la vacuna.

“Empecé con 10 cerdos por semana y ahora estamos en 150” explicó Gonzáles quien agregó que actualmente faenan 700 vacunos y 700 cerdos por mes pero que “cada mes que pasa la participación de capones en el total es mayor”.

El empresario dijo que están apuntando los cañones en esa dirección y cree que en un tiempo más la empresa se dedicará a la faena de cerdos por varias cuestiones.

En primer lugar, destacó que en la región se establecieron varios criaderos que los proveen de hacienda de calidad y de forma continua.

En segundo término, dijo que el capón tiene un precio más bajo que el vacuno por lo que el capital de trabajo necesario por unidad es menor.

A eso se suma que el consumo pide más carne porcina. “Un poco porque se fue acostumbrando a esa carne y otro tanto porque la crisis obliga a reemplazar la carne vacuna por los cortes de esta especie y también de pollos”.

Y además los cambios que se vienen en cuanto al troceo, si es que no se da marcha atrás, complicarían la operatoria de estas empresas. “El cuarteo implicará hacer inversiones que plantas como la nuestra no puede, más costos de frío y de logística comercial, eso va a repercutir de forma negativa en nuestras cuentas y en el precio al consumidor”.

Por eso cree que la salida está en la producción de carne de cerdos: “el manejo logístico es más simple, el costo productivo menor y no hay problemas con la carga de medias reses, hay otros frigoríficos en la provincia que ya hicieron ese cambio, dejaron el negocio del vacuno por el porcino” señaló González.

Por último señaló que en el horizonte de la firma no figura la exportación: “las exigencias son altas y se cobra más tarde, en cambio la venta en el mercado local es más sencilla, por eso mejor pájaro en mano que cien volando”.

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