Con base de operaciones en La Pampa y parte de la provincia de Buenos Aires, el Grupo Quemú produce unas 40 mil hectáreas agrícolas, en las cuales desarrolla un sistema de rotación intensiva buscando eficiencia y sustentabilidad.
Gracias a su estrecha relación con Bunge, debido a que también distribuye insumos y acopia granos, conoció las ventajas de la Camelina de la mano de Chacraservicios, empresa que le ofreció una alternativa rentable, que no afecta su rotación agrícola principal y proporciona importantes beneficios en la captación de carbono.
En ese sentido, Alberto Natali, líder de producción del Grupo Quemú, se mostró convencido con el buen comportamiento que expresó el cultivo durante la campaña pasada. “A pesar de que el clima no ayudó demasiado, entendemos que en la campaña pasada la Camelina logró su piso productivo. Es por eso que este año pensamos ampliar las hectáreas propias y sumar más de 1000 hectáreas de clientes, quienes también ven en el cultivo una expectativa superior”, detalló.
Natali, sostiene que el motivo de la incursión en el cultivo es que su empresa cuenta con una visión clara, puesta en la sostenibilidad del sistema, en reducir las emisiones de carbono y en lograr una producción sustentable y duradera en el tiempo.
“Somos muy inquietos, nos gusta mucho innovar en alternativas que nos permitan ser eficientes y sustentables. Para nuestra empresa el cuidado del ambiente es un aspecto sustancial en cada actividad que realicemos”, cuenta el entrevistado.
Sostiene además que es un cultivo que venían mirando muy de cerca, hasta que apareció la oportunidad de implantarlo. “Desde que surge la alianza de Chacraservicios con Chevron Renewable Energy Group y Bunge, siendo este último uno de nuestros aliados estratégicos en comercialización de granos y venta de fertilizantes, nos animamos a incorporar Camelina y estamos muy conformes”, indicó.
En relación con el cultivo, destacó que vieron en él una alternativa con destino a producción de biocombustible, que se acercaba a la visión que persigue su grupo en cuanto a la reducción de la huella de carbono. Pero, además encajaba perfectamente con las rotaciones que plantea la empresa.
“Con Camelina logramos el puente verde que buscamos en cada campaña. Conseguimos muy buenas coberturas en lugar de un barbecho, y nos permite economizar en herbicidas, utilizamos menos residuales, manteniendo el lote limpio”, argumentó.
Si bien el objetivo principal de la empresa es disminuir el uso de agroquímicos en las rotaciones agrícolas con Camelina, hay otros factores que la convierten en una alternativa agronómica a considerar.
“Con Camelina no sólo disminuimos considerablemente el uso de agroquímicos, sino que también mejoramos las propiedades del suelo. Es una especie que está muy ligada a nuestra visión estratégica como empresa”, resaltó Natali.
Otra de las causas por las cuales decidieron hacer Camelina, es que calzaba en su barbecho más largo, que son las salidas de las sojas de primera que van a maíces tardíos. “Tenemos un barbecho que va desde mayo hasta diciembre, y mantenerlo limpio nos demandaba muchas aplicaciones. Con camelina pudimos resolver eso, y además contar con un cultivo que genera raíces y cumple con sus funciones de servicio”, aclaró.
En relación a las recomendaciones sobre el cultivo, el especialista explicó que la siembra es el momento que define el éxito de la Camelina en el campo. “Cómo nos enseñaron los técnicos de Chacraservicios, el secreto de la Camelina es la siembra, ahí está el gran foco, porque debemos lograr un buen stand de plantas. Es una semilla muy chiquitita, y su dificultad al momento de la siembra nos obliga a estar muy atentos”, dijo el vocero.
En ese sentido, agregó que es un cultivo que se siembra como una forrajera, de la misma manera que se implanta la alfalfa. “Dependiendo de la cobertura que tenga el lote, lo más indicado es lograr una siembra surco abierto, sin usar las ruedas tapadoras de la sembradora, porque es una semilla que necesita que no esté cubierta por más de un centímetro. Esa es la base para ser exitosos en su implantación”, dijo.
Además, reconoció que la variedad que más se adapta a su zona es Orovada, un material de Chacraservicios que tiene muy buena performance y cumplió a las claras con sus expectativas.
Si bien el Grupo Quemú incursionó en Camelina más como una alternativa para ampliar su base sustentable, es un cultivo que genera una visión integral del sistema, porque también ofrece una renta.
“Además de ser un cultivo que mejora la sustentabilidad al capturar carbono, se destaca por su negocio. El valor de Camelina en las condiciones de este año es el precio de soja Chicago de noviembre más un premio de 75 dólares por tonelada. Es decir que tiene un precio más que atractivo”, indicó.
Vale aclarar que este cultivo se siembra por contrato, una vez que el lote esté habilitado para hacerlo. Para eso, el productor debe presentar el KMZ de su lote para validar que no se trata de un desmonte posterior al año 2008. “Una vez que el lote está habilitado, se hace un contrato en el que Chacraservicios se compromete a comprar toda la producción y el productor a vendérsela”, cuenta Natali.
El entrevistado, cuenta que su empresa es integrada, es decir que no solamente produce, sino que también tiene una fuerte pata comercial. “Vendemos agroquímicos, fertilizantes y semillas, además de un paquete importante de tecnología aplicada a la producción. Por eso, también ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de sembrar Camelina, un cultivo que ya probamos antes en nuestras siembras propias para sacarnos dudas”, admitió.
Vale aclarar que es un cultivo que tiene un cupo limitado de siembra: “Este año tuvimos muchas consultas por Camelina. A varios clientes tuvimos que decirles que no, por cuestión de cupo. Pero sin dudas, tendrán la posibilidad de explorar sus beneficios en futuras campañas”, concluyó Natali.