Precisas, robotizadas y automatizadas. Amigables con los operarios y el ambiente. Con inteligencia precargada y registros de datos. Así serán las maquinarias hacia 2025, un sector en auge que demanda conocimiento y mayor sustentabilidad. De acuerdo con Mario Bragachini –especialista en agroindustria y agregado de valor del INTA–, “las máquinas del futuro estarán robotizadas en un 70 %”, además de ser precisas e inteligentes, con automatismo programable y sensorizada con infrarrojos o visión artificial. Además, podrán realizar diagnósticos para la toma de decisiones mediante modelos de simulación Big Data.
“Las máquinas serán más productivas, con menos consumo de energía y emisiones, más amigables con el suelo, el ambiente y el operario”, explicó Bragachini quien, además, agregó: “No sólo serán inteligentes para producir granos y forrajes sino cultivos regionales e industriales y producciones pecuarias, todos con procesos y productos trazados y certificados”.
En este contexto, será clave “adaptarlas y guiarlas respetando la variabilidad de suelo, cultivo, del clima y las variables que se puedan detectar y manejar cada metro cuadrado de la unidad productiva.
En cuanto a las energías renovables, el técnico consideró que “tendrán mucho protagonismo en el sistema agroalimentario argentino”, así como las impresoras 3D, los satelitales y nanosatelites, redes de radares y el sensoramiento remoto portable sobre satélites, aviones, drones, para optimizar el manejo de insumos y cultivos variables.
A su vez, las máquinas estarán hechas con nuevos materiales más biodegradables, aceros de alta resistencia y materiales aleados de bajo peso, muchos biomateriales.
“El futuro encontrará al sector de máquinas, agropartes y agrocomponentes argentinos muy actualizados y tremendamente diversificado con competitividad sistémica y más de 50 % de nuevos puestos de trabajo incorporados”, vislumbró Bragachini, al tiempo que sentenció: “La Argentina y la metalmecánica de baja y alta complejidad tienen buenas posibilidades de desarrollo prospectivo al 2025”.
Para que la Maquinaria Agrícola Argentina (MAA) continúe en pleno crecimiento serán necesarias las inversiones en búsqueda de tendencias tecnológicas, los desarrollos innovadores patentables y más y mejores tecnologías de proceso.
“Debemos pensar en máquinas globales capaces de sustituir importaciones y lograr competitividad en las exportaciones”, puntualizó Bragachini al tiempo que advirtió sobre el riesgo que implica el fuerte crecimiento de las importaciones que pone en riesgo el trabajo argentino.
Y agregó: “Necesitamos consolidarnos en el mercado interno, que hoy sólo representa un 50 % y en franca caída de representatividad, para alcanzar el nivel de competitividad sistémica con un 30 % de la facturación en el exterior”. Para ganar el mercado, el especialista aseguró que “el mercado global exige diseño innovador, calidad, continuidad, servicio y una empresa prospectiva”.
De acuerdo con el especialista, “en los últimos años, los argentinos lograron innovar y lograr patentes internacionales muy importantes en materia de maquinaria agrícola”.