Ernesto Ambrosetti, economista en jefe de la Sociedad Rural Argentina, alertó que “el país no es viable con todos los sectores de la economía que están perdierndo rentabilidad”.
Y para aliviar esta situación, el economista propuso “sacar todas las trabas a las exportaciones, asi el productor va a volver a buscar más productividad, expandir el área, y va a poder vender esa producción, y no como hoy que hay 4 millones de toneladas de trigo que no se pueden vender por las trabas”. Por otro lado, consideró en dialogo con Radio Colonia que “tenemos un tipo de cambio no competitivo y que se ve afectado por los derechos de exportación tan altos”. “La soja está en 35%, trigo 23%, maíz 23% y 5% en promedio de todas las economías regionales, esto está afectando los ingresos de los productores y los recursos necesarios para seguir en el circuito productivo. Es necesario reducir toda la presión tributaria que tiene el sector, hoy cerca del 80% del total de los resultados de la empresa agropecuaria”.
Ambrosetti afirmó para Radio Colonia que “no hay rentabilidad y cuando un negocio no es rentable no se puede llegar adelante y, menos aún, pensar en mejorarlo y agregar tecnología. La caída de los precios internacionales convierte a la situación en mucho más grave. En los últimos diez años desperdiciamos precios internacionales récord por los conflictos en el mercado interno, las políticas adversas y algo que nunca entendió el gobierno, que si se quiere un pan barato, o carne barata, necesitas más producción y no menos”.
Por último, consultado acerca de si es posible bajar la presión tributaria, eliminar las retenciones y sacar las trabas a la exportación Ambrosetti respondió para el programa “Siempre que llovio, paro” que “se puede implementar perfectamente sin tener un costo social elevado, pero hay que tomar las precauciones para la gente de menores recursos, porque en el corto plazo van a subir los precios. Pero lo que hay que bajar es el gasto público, que si está en el 40% del PBI no es sustentable con ningún plan económico. Se necesita un shock de confianza para que los inversores externos traigan dólares y los productores inviertan sabiendo que van a producir más, y que van a poder vender a un precio razonable, sin que se le quiten los ingresos que permiten subsistir”.