Más de 1000 productores y asesores, entre asistentes presenciales y participantes a través de streaming, formaron parte de una nueva edición del Workshop “Conectados” que Syngenta organizó por segunda vez y permitió que técnicos de diferentes zonas, reunidos en Rosario y en Mar del Plata, intercambiaran diferentes experiencias productivas.
A primera hora se presentó Guillermo García, especialista en climatología de CREA Plexaro, quien explicó que el clima ha cambiado y seguirá cambiando, y que la clave ahora será reducir incertidumbres utilizando más y mejor la información climática combinando con el aporte de la fisiología del cultivo.
“Gestionar el riesgo climático incluye disminuir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia del sistema, para ello es importante contar con sistemas de riego, diversificación espacio temporal en los lotes y materiales que tengan mejoramiento genético con tolerancia a estrés climático. También es importante transferir el riesgo financiero mediante la adquisición de seguros o coberturas contra sequía, heladas o inundaciones”, sostuvo.
En ese sentido técnicos de Syngenta presentaron Integra, el programa de cobertura climática de la compañía que brinda una protección contra riesgos climáticos para trigo, soja y maíz. Lanzado hace cinco años, Integra se ha ido reformulando antes de cada campaña para estar cada vez más alineado con las necesidades de los productores agrícolas. En esta campaña en trigo cubre daños por heladas, en soja y maíz protege contra sequía. Integra cubre el 100% de la inversión en los productos participantes y reintegra hasta un 40% en caso de sequía. En la campaña pasada este programa reintegró más de 180 millones de pesos por sequía a más de 180 productores que confiaron en él. Y a partir de este año el productor puede inscribirse mediante el formulario online que podrá encontrar en la web local de Syngenta.
A su turno, Rita Robledo, Coordinadora de Aappce (Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos), se refirió a la importancia de la calidad del monitoreo. “Existe un cambio social a favor de la inocuidad de los alimentos, la salud de la población y el cuidado del medio ambiente. Para dar cuenta de estas exigencias hace falta profesionalizar la actividad de la mano del registro de la información, justificar con criterio técnico la toma de decisiones, tanto para nosotros (profesionales y productores) como para la sociedad a su conjunto. También es clave reformular entre todos el sistema a partir de una disminución de la huella de carbono, la huella hídrica y los sistemas de contaminación ambiental contribuyendo de esta manera a la sostenibilidad del sistema”, señaló.